Nada debo

Aurelio Maldonado Aguilar

Los pasos dados por el nuevo gobierno, devuelven esperanza de asear la cloaca dejada por el delincuente prófugo, aunque las secuelas son difíciles de manejar, pues por su prepotencia deberemos pagar indemnizaciones y multas a empresas extranjeras como Perenco. Resulta loable y honesta la conducta del Procurador Salvador que intenta un plan de pagos, aceptando el fallo internacional, a pesar de que algunos “honorables asambleístas” correístas, lo agreden. No podemos esperar otra cosa de gente lavada el cerebro o que aspiran sacar tajada de la torta de la corrupción. Por otro lado, una silueta impecable de mujer y sobre todo su conducta frontal en contra de ladrones de cuello blanco, se patentiza en la Fiscal Diana Salazar, bella y valiente dama que deberemos respaldar en su gestión, pues ella, venida de humildes espacios, es vulnerable a los ataques que pretenden iniciar con juicio político, los torcidos retoños del mafioso. “Nada debo a nadie y si me tengo que ir, lo haré con la frente en alto”, declaró y asegura tener presiones fuertes de autoridades enquistadas en el poder gubernativo y de “personajes ilustres” herencia negativa para Lasso, que deberá reconocerlos y despedirlos lo antes posible. Tengo que reconocer que Moreno, a pesar de ser de la misma pandilla, desarticuló gran parte de la peaña donde pretendían convertir al Ecuador en otra Venezuela y saquearlo aún más sin piedad. En pocos días se palpa la conducta honesta de los nuevos mandatarios, pues sus decretos eliminan desafueros como seguros Sucre; las escoltas para familiares de exautoridades; prohibición de contratar familiares cercanos; eliminación de impuestos y normas negativas; apertura escolar; adelanto significativo en vacunación, acción definitiva para salir del hoyo; eliminación de entes represivos y persecutorios como la senain; franco respaldo a la prensa y el derecho a su libertad de opinión; intento de mejorar el sistema universitario; veto total al pretendido cambio y al apuro del IESS y planificar el pago de los millones que le asaltaron sínicamente; volver a dar acción al banco central evitando que continúe como caja chica de ladrones que reconocemos nos gobernaron; respaldar y pedir al presidente de la judicatura que barra con jueces corruptos que firman fallos luego de leer miles de hojas en tan solo minutos y amigos de narcotraficantes. Si así llueve, que no escampe. Limpiemos cada quien, desde nuestro sitio, al Ecuador que requiere de un buen baño garrapaticida. (O)