Agustín Rengel Barrera

Gonzalo Clavijo Campos

En  1984 la noticia de haber adquirido 3.000 hectáreas en la subcuenca del río Mazán, área geográfica de inmensa riqueza natural  que aporta al Tomebamba, por parte de ETAPA EP, se publicó en primera plana en diarios internacionales. La empresa recibió congratulaciones del BID y la OPS/OMS, pues era trascendental el inicio de acciones concretas para cuidar y conservar el agua que abastece a la capital azuaya. Los recursos se obtuvieron del Gobierno Nacional con el presidente Oswaldo Hurtado, al haberse presentado un proyecto novedoso para cuidar las fuentes de agua.

El año 1985 marcó el inicio de los extraordinarios Planes Maestros de agua potable y alcantarillado para Cuenca, encomendados a la consultora internacional  HIDROSERVISE e INAM-OTECO, para asegurar la provisión de agua y saneamiento integral al año 2020. La gestión para disponer de  estudios interdisciplinarios rigurosos de calidad técnica fue replicada por otras urbes del país y posibilitaron la consecución de recursos blandos del BID. Año tras año presenciamos el incremento de coberturas, nuevas plantas de potabilización y de aguas residuales, interceptores marginales, ríos limpios con peces y riqueza biológica.

Todos estos grandes objetivos ETAPA los pudo cumplir al tener en el Ing. Agustín Rengel Barrera un gerente visionario con liderazgo y capacidad ejecutiva que emprendió esta tarea gigantesca apoyada en profesionales de primer nivel como Fabián Ordóñez Martínez, Matilde Córdova Ochoa, etc. Un equipo humano en el cual la mística, vocación de servicio y amor a Cuenca eran condición básica para integrar la empresa y que lastimosamente se ha perdido en gran medida por la politización sucesiva de la entidad.

Al cierre de su carrera profesional le preocupa la proliferación de diversos restaurantes y comercios junto al Parque Nacional Cajas y la postergación en la construcción de embalses de mediana capacidad que serían de gran utilidad para incrementar la capacidad de la planta de potabilización en el Cebollar y evitar que en los estiajes prolongados se seque el emblemático río Tomebamba. (O)