Emprendimientos dinamizan la economía pauteña

La cuchara de palo más grande del mundo ha dinamizado la economía de productores y artesanos de la zona.

Patricio Coronel y Roxana Torres, emprendedores pauteños que idearon la producción de fundas biodegradables en ese cantón. XCA

En la comunidad de Algarrobo – Tutucán, del cantón Paute, existe un importante proyecto turístico emprendido por moradores del lugar, que pretende potenciar los atractivos de la localidad a través de la innovación en sus productos y servicios.

Existen dos alternativas para llegar a Algarrobo. Una de ellas es caminando desde el centro cantonal, tomando como atajo el puente “Tony el suizo”. Otra opción es viajar en vehículo particular, ingresando por la iglesia de Chicti, donde existe señalización que conduce a este sitio, donde se encuentra la “cuchara de palo más grande del mundo”, un récord guinness que enorgullece a los pauteños. De hecho, esta certificación ha permitido que la economía se dinamice en la comunidad y en los negocios que están en la ruta.

La “cuchara de palo más grande del mundo” es un proyecto liderado por Restaurante Corvel y fue reconocida por Récord Guinness en junio de 2019. La cuchara, construida por 10 hábiles artesanos de Paute, está hecha con sauce real (30 árboles) y mide 20 metros de largo por 5 metros de ancho en el cuenco.

“Con la cuchara de palo más grande del mundo vienen los turistas y se dinamiza la economía. Antes, no había un motivo para venir (…) además, se da la oportunidad a los vecinos para que comiencen a pensar en una oportunidad de negocio. Ellos venden directamente las frutas u hortalizas que producen y es una alternativa en este tiempo de pandemia, porque no pueden salir a comercializar”, menciona Patricio Coronel, emprendedor pauteño y coordinador de la “cuchara de palo más grande del mundo”.

Para ingresar, los visitantes deben cancelar 0,50 centavos. En el lugar pueden realizar actividades como: fotografía, observación de aves, compra de artesanías y compra de productos agrícolas que son cosechados por la Asociación de Productores Paute Minga.

Algarrobo es una zona muy productiva. En esa tierra se cosecha pepino dulce, camote, guayabas, limón, café, hortalizas, entre otros alimentos. Yadira Loja es una de las emprendedoras de la Asociación Paute Minga. Ella se encarga de la venta de artesanías, licores, plantas, productos agrícolas y gastronomía propia de la zona (yaguana, humitas, tamales).

“Vendemos productos que son pauteños, a precios asequibles (…) nos estamos reactivando y estamos realizando diferentes actividades. Tenemos clases de pintura, tenemos el puesto de frutas, el puesto de artesanías. Ahora estamos en temporada de guayaba y vendemos la fruta y dulce de guayaba”, menciona Loja.

En Algarrobo está también el proyecto “Callimanta” que se ocupa de la deshidratación de productos agrícolas, generando un valor agregado. Este proyecto se da en coyuntura con la Asociación Paute Minga, quienes entregan productos como tomillo, orégano, ajo, cebollín, culantro, perejil, albahaca, romero, zanahoria, papa, yuca, ají y pepa de sambo. Dichos productos son llevados a un proceso de deshidratación y se convierten en condimentos 100% naturales.

“Se elabora un condimento a base de hierbas naturales. Tiene bastante salida y beneficia a los productores de la asociación. Se vende también en Cuenca, Loja y Guayaquil. Empezamos nueve productores, pero ahora somos 13”, dice Juan Carlos Malca, quien labora en el proyecto Callimanta.

Por otro lado, en el sitio también se maneja un proyecto de reforestación permanente denominado “Yo adopto un árbol”, que consiste en sembrar una planta y donar 20,00 dólares. Al momento de la adopción, el visitante recibe un sombrero o una gorra, y el dinero que entrega es distribuido entre agricultores y artesanos de Paute. De esta forma, se dinamizan los ingresos para estos grupos.

Además, la zona cuenta con cabañas ecológicas con panelería solar. Son viviendas que generan rentabilidad para que el proyecto turístico se sostenga.

Fundas biodegradables

Otro proyecto ambicioso liderado por emprendedores de Paute es la producción de fundas biodegradables, que además de reducir los niveles de contaminación, tiene como objetivo potenciar la marca “Paute”.

“Nace de un logo que fue donado por René Vélez. Este logo tiene toda la esencia de Paute en sí. Tenemos paisajes, la india Pau, la potencialidad turística (parapente, la cuchara de palo más grande del mundo, la yaguana) y el potencial productivo”, menciona Roxana Torres, secretaria de la Asociación de Maestros y Operarios Interprofesionales de Paute.

Torres señala que durante la pandemia, el uso de plásticos de un solo uso ha aumentado debido a que cada vez son más solicitados los servicios de delivery, por ello, se planteó este proyecto. Según menciona, estas fundas tienen un 50% de material reciclado y procesado para que puedan degradarse en no más de tres meses.

“Se descomponen en el mismo tiempo en que se degradan las cáscaras de papa, sin provocar impacto ambiental. No es solo algo turístico sino es también cuidar del ambiente”, agrega Torres.

Las fundas cuentan además con un código QR, que al momento de ser captado por un teléfono inteligente, direcciona a una página web que muestra 10 actividades precisas que se pueden hacer en Paute. Además, existe información sobre las siete parroquias de ese cantón.

Las fundas #4 tienen un precio de 2,80 dólares por paquete (100 fundas), mientras que las fundas #5 tienen un costo de 3,85 dólares (100 unidades). Hasta ahora se han producido 400.000 paquetes y tienen fecha de caducidad, dice Torres, pues tienen un plazo de dos años para comercializarlas.

“Esperamos que pronto podamos poner a circular esta funda a nivel nacional. Hemos podido poner a la venta algunos paquetes en Estados Unidos”, sostiene Torres. (I)

DATOS

  1. En la vía a Algarrobo está la iglesia de Chicti, una edificación que fue gravemente afectada por el desastre de La Josefina, pero que ha podido ser reconstruida y que hoy es también un atractivo turístico.
  2. El puente “Tony el suizo”, que une a Tutucán con el centro cantonal de Paute, lleva este nombre en honor a Beat Anton Rüttimann, ciudadano extranjero que construyó varios puentes en Ecuador de manera desinteresada, con la ayuda de las comunidades y con materiales reciclados.