Aplausos

Aurelio Maldonado Aguilar

Las olimpíadas entran ya en su última semana y tenemos que aplaudir rabiosamente como pueblo agradecido. Como nunca vibramos y sentimos el nacionalismo y alegría cuando un deportista nuestro mostró su gran capacidad y logramos tres medallas olímpicas y superlativos esfuerzos de todos que por poco cuajaron en más galardones. Sacrificados y excepcionales deportistas que ganaron a pesar de todo y al decir todo, explico que su triunfo se debe a su tenacidad de afrontar cosas injustas y adversas.  Grandes campeones de escasos recursos, emergentes de lejanas parroquias sin el más mínimo concepto de alimentación adecuada y entrenamiento correcto dirigido a la altura de su enorme capacidad. Hoy, cubiertos de gloria, levantan su voz en contra de la injusticia. Es su triunfo y para el pueblo, más no para muchos de los dirigentes que sacaron prebendas del esfuerzo de los campeones. Repetir lo ya escuchado de su boca, que dicen que nunca tuvieron el verdadero respaldo y que su sacrificio paso por trabajos y distanciamiento a otras latitudes, soportando injurias y propuestas de favores sexuales incluso a cambio de llevar su indispensable entrenador que les ayudaría a llegar al podio de los mejores del mundo.

Aplausos también debemos a una magnífica obra que será hoy abierta en bien de la ciudad y país. La Universidad Católica de Cuenca, inaugura un espléndido aulario y clínica de especialidades odontológicas, en un moderno edificio funcional e incluso elegante, con áreas bien diseñadas para el aprendizaje más adelantado. Equipos de última generación y alta calidad y una modernísima y grande aula con maquetas humanizadas donde practicar con algo cercano a la realidad y patología humana y todo gracias al inmenso apoyo de su rector, doctor Enrique Pozo C. y de su decano, doctor Napoleón Reinoso V, verdaderos artífices de un adelanto inmenso para el país mismo, pues estarán en posibilidad de hacer postgrados internacionales amparados en sus espléndidas instalaciones y equipos. Junto con esto y como verdadera joya del muralismo, se develizará en el frontis, un polícromo, enorme y hermoso mural del Maestro Jorge Mogrovejo C que, como verdadero manto de visión cosmopolita y artística, pervivirá como auténtico tesoro exquisito compuesto de alrededor de 44 mil guijarros de cerámica colorida. Época de aplausos merecidos, sinceros y sonoros, sin duda, que nos regalarán en el futuro la opción de seguir distinguiéndose como autoridades trabajadoras y honestas y Cuenca misma, que igual que los atletas, surge y se crece sin apoyo gubernamental y solo de esfuerzo de sus hijos. (O)