La Luz de América se extingue

Santiago León

Lo que sucede con la clase política en Quito conocida como la “Luz de América” no para de sorprendernos. El pasado 10 de agosto, fecha que el Ecuador conmemoró sus 212 años de Independencia, sucedió un acontecimiento que avergüenza a la población.
Cuando Jorge Yunda, alcalde de Quito, intervenía en la sesión del Concejo Metropolitano, por el Primer Grito de la Independencia, fue agredido por el concejal Fernando Morales, quien le echo agua y le aventó un termo que por poco golpea el rostro del Burgomaestre.


En medio del ataque el edil le gritó que tenga decencia, que Quito no se merece lo que le está haciendo y catalogó a su familia de pillos. Una agresión inaceptable y bochornosa. Los enfrentamientos políticos no deben terminar en agresiones físicas.


Sin embargo, en términos de comunicación política Jorge Yunda capitalizó la agresión y recibió el apoyo de la ciudadanía, aunque hubo algunas personas que aupaban el hecho violento. El primer personero municipal dijo que esos actos solo demuestran la persecución política y que seguirá trabajando por la capital. Mientras que el desatinado concejal se pronunció por redes sociales diciendo que es lo que hubiera hecho cualquiera de sus coterráneos. Declaraciones ilógicas que recibieron las críticas de los ciudadanos.


Para contextualizar, Yunda está vinculado en un presunto acto de peculado por la compra de 100.000 pruebas de detección de Covid defectuosas, con otras siete personas más. La afectación al Estado ascendería a los USD 4.2 millones. Por este caso la Corte Provincial de Pichincha le dispuso la presentación periódica a la justicia; la prohibición de salida del país; la prohibición de enajenar sus bienes, que superan los USD 5 millones, y el porte de grillete electrónico.


En junio pasado el Concejo Metropolitano de Quito en una sesión extraordinaria, que duró más de nueve horas, removió a Yunda de su cargo, debido al incumplimiento de sus funciones y por estar vinculado en casos de corrupción. Esa decisión ha sido apelada por la defensa del afectado. Empero, en esa trabada sesión Santiago Guarderas asumió la alcaldía de Quito.


Mientras continúa el litigio por la alcaldía los ciudadanos exigen a los políticos que atiendan las necesidades de la ciudad. Los votantes nos merecemos una mejor clase política, una verdadera democracia y que se respeten los derechos humanos. (O)