Reafirmar la seguridad alimentaria

Después de un año ocho meses continúa la pandemia por el SARSCoV-2, afectando a todas las formas societarias reflexivas: ideología, política, educación y economía.

En este momento quizá hay dos opciones: pensar en la pandemia y adaptarse a vivir en la nueva realidad o pensar en la postmandemia y proponer otras ecologías de pensamiento.

Varias voces alternativas desde otro pensamiento, aglutinadas entre académicos, movimientos sociales, movimientos originarios, culturas urbanas, jóvenes, mujeres y grupos que impulsan el pensamiento crítico, cada vez están optando por la deglobalización.

¿Que es la desglobalización?

En las últimas décadas por el efecto y abuso del hiperconsumo neoliberal, la humanidad ha ido disminuyendo el flujo de mercancías, servicios, capitales y personas. ¿Se imaginan qué sucedió en la pandemia con el distanciamiento social y el encierro voluntario?, pues el fenómeno se acrecentó; y de acuerdo a los analistas sociales, adelantamos el reloj histórico en veinte años: producción, comercialización, distribución, servicios, teletrabajo, teleducación, telesalud, nuevas tecnologías y cambio de roles, han sido los más visibles.

Hay desaceleración económica, proteccionismo de productos, y aversión al multilateralismo, vuelven los nacionalismos a ultranza.

SARSCOV -2 y desglobalización

En medio de la crisis de salud, todos los flujos internacionales y de cierta forma los nacionales, han disminuido y seguirán así de acuerdo a lo que tarde en controlarse la pandemia.

Los efectos se han sentido en los procesos de producción porque los insumos están localizados a gran distancia geográfica. Entonces entra en juego la desglobalización para apelar por la regionalización y la producción local, de proximidad y en territorio.

También asistimos al fenómeno de la relocalización de actividades productivos que en el pasado fueron borradas por efecto de la globalización.

Desglobalización y Seguridad alimentaria

Hasta hace muy poco, la globalización obligaba a hiperconsumir, influenciados por la hiperinformación de productos, servicios y mercancías suntuarias.

Hoy, para empezar a descolonizarnos alimentariamente, deberíamos dejar de ser influenciados por los medios masivos de comunicación y las redes sociales, desechar los productos industrializados, elaborados con sal, azúcar, harina y arroz refinados, así como productos hechos en procesos con antibióticos, transgénicos, hormonas, preservantes, colorantes y saborizantes.

Otra forma de descolonizarnos alimentariamente es consumir lo nuestro, lo próximo y practicar la alimentación ancestral.

En 2017 emprendimos en el proyecto Alimentos Sagrados que Sanan. La investigación la realizamos entre las organizaciones de base de los pueblos kichwas: Kañari y Saraguro. Ahí tomamos conciencia de que la alimentación debería tener tres aspectos fundamentales: Seguridad alimentaria, Antropología alimentaria y Decolonialidad alimentaria.

Los productos significativos de la dieta del pueblo Kañari son: maíz, ají, papa, frutas, vegetales, diferentes tipos de carnes, pero todo la del cuy. En cambio, los productos significativos de la dieta del pueblo Saraguro son: maíz, ají, papa, pulque, calabaza, cuy, frutas y vegetales.

Categorías de la cosmogonía Kañari adaptadas a la descolonialidad alimentaria

El pueblo Kañari posee varias categorías que muestran la importancia de la alimentación entre sus comunidades. A continuación, las señalamos:

Kusilla Kawsana (Vivir alegres a pesar de las adversidades). Este pueblo siembra, cosecha y se alimenta cantando y bailando, poniendo buena energía en sus labores diarias y rituales.

Alli Upiay-Alli Mikuy (Comer bien y beber bien). Sembrar y cosechar alimentos que no tengan transgénicos, antibióticos y hormonas, colorantes, preservantes, saborizantes. Así mismo, no comer productos industrializados e injerir diariamente su comida ancestral.

Mikunakuna (Todos comen). En las fiestas nadie se queda sin comer, con ello se demuestra la solidaridad y el comunitarismo.

Karanavcuy (Agradecimiento). La parte espiritual es importante para este pueblo, se agradece a sus deidades de la alimentación, pero también a la tierra por dar sus frutos, al sol por dar la energía y a la Yakumama (Agua madre) por brindar el líquido de la vida.

Pukllay (Juego). La parte lúdica es singular, siempre están en juegos, danzas o practicando su música ancestral. Pero también realizan juegos ancestrales, heredados y adaptados a estos tiempos como: La Escaramuza, la Contradanza y el Juego del Pucara, para citar algunos. (F)

Texto e imágenes,

Patricio Matute García.

Colaboración para El Mercurio