En Nuestro pais, el sector primario, y en particular los pequeños y medianos productores agropecuarios, son de enorme importancia económica y social; siempre se ha considerado que el minifundio es antieconómico, escasamente una manera de subsistir, sin ninguna perspectiva de influir sobre la producción nacional, por su ineficiencia y por los graves problemas que derivan de su mismo sistema de existencia.
Sin embargo, el minifundio y la finca constituyen más del 80 % del total de las explotaciones del sector agropecuario y contribuyen con algo más del 55 % del volumen total de alimentos que consume el pais y con el 20 % al de la producción de materias primas. El área promedio del minifundio varia de región-Sierra-Costa y Amazonia.
Sin embargo, la importancia de la pequeña empresa de producción no se mide por la superficie unitaria ocupada, ni por los insumos técnicos que demanda, sino principalmente por la gran cantidad de mano de obra que incorpora al proceso productivo. Basta decir que aproximadamente más de 900.000 familias campesinas trabajan en la explotación de pequeñas parcelas.
Es cierto que el nivel de explotación de la pequeña propiedad ha mejorado notablemente, mediante el uso de técnicas nuevas, no es menos cierto que las posibilidades de competir en los mercados internacionales forman un componente crítico del desarrollo rural; y según estudios de la CEPAL un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, provocaría la perdida de hasta 100.000empleos en la agricultura, especialmente en la producción de maíz, arroz, papas, frejol y soya, mercancías que no están en condiciones de competir con las importaciones subsidiadas norteamericanas. En efecto amenazaría a 388.414 unidades de producción agrícola. (O)
