La Constitución actual

Análisis político Marco Salamea Córdova

En medio de una coyuntura política en la cual se ha anunciado la posible convocatoria a una consulta popular por parte del Presidente Lasso, y cuando algunos incluso han hablado de que debe llamarse a una nueva Asamblea Constituyente, se cumplen trece años de la aprobación mayoritaria, por parte del pueblo, de la Constitución que actualmente rige en Ecuador.

Una Constitución que varias veces ha sido incumplida o violada en varios aspectos, o que ha sido paulatinamente desarmada en cuestiones esenciales de su contenido, por parte de los diversos Gobiernos que se han sucedido hasta ahora.

Se ha tratado de una Constitución que ha comportado algunos cambios esenciales

Así, entre los cambios a la estructura jurídica e institucional del país, se comenzó definiendo a Ecuador como un Estado constitucional y democrático de derechos, como un Estado plurinacional y como un territorio de paz. En el ámbito de los derechos ciudadanos, se consagró una ampliación y profundización de los mismos. En el plano político, lo más destacable fue el amplio despliegue de mecanismos que podrían hacer viable una democracia participativa.

En lo económico, la constitucionalización de un nuevo régimen de desarrollo, y la definición del sistema económico como “social y solidario”, constituyeron los más importantes cambios. Aunque, quizás, la novedad más significativa del nuevo texto constitucional consistió en la introducción, como una parte específica del mismo, de una nueva política social y ambiental, a través de lo que se denominó “Régimen de buen vivir”.

Si bien durante el primer año de vigencia de la nueva Constitución se asistió a la elaboración y promulgación de importantes leyes, en los más diversos campos y orientadas a ajustar la estructura legal del país a los mandatos de la nueva Constitución; empero, dicho proceso no siempre fue acompañado de la suficiente participación y debate con los sectores involucrados, lo que contribuiría a aumentar la inconformidad social que de manera creciente se fue dando en el país.

Al respecto, uno de los aspectos más positivos de la Constitución elaborada en Montecristi radicó precisamente en las potencialidades que abrió para la participación ciudadana, y que es algo que los Gobiernos no han hecho en la práctica. (O)