Cambio climático

Eduardo Sánchez Sánchez

La presencia del ser humano alteró toda la fisiología terrestre fundamentalmente por dos acciones, la explosión demográfica y el desarrollo industrial que implica consumo de materias primas sin freno ni conciencia ambiental, así como el uso de combustibles fósiles. Primó el antropocentrismo sin reconocer la importancia y el papel que cada ser vivo tiene en el contexto global, con el  cumplimiento de leyes naturales que controlan población y dictaminan la fisiología biológica. Los principales factores que gestan el conflicto son el transporte contaminante, generación grotesca de residuos, un sistema alimentario no sostenible con crasos errores en agricultura y ganadería, derroche de energía y la deforestación no controlada por los gobiernos. También es preocupante la desenfrenada minería y explotación petrolera que genera dinero fácil y degradante.  

La economía de los GRANDES fue el motor que obnubiló la conciencia humana y los líderes  se hicieron de la vista gorda, echando al tacho de la basura el futuro del planeta.  La oposición interpreta el gran peligro en el que estamos inmersos, con falta de agua dulce, alteración de lluvias, sequías prolongadas, alteración de la agricultura y de la reproducción de insectos y aves que polinizan las flores y producen frutos, en fin un caos a un orden fabulosamente establecido en un lento y extraordinario proceso evolutivo.

Un cúmulo de acciones antrópicas que alimentan el calentamiento global y una larga lista de efectos como incremento térmico, descongelamiento de nieves y polos, precipitaciones caóticas, olas de fría o de calor, inundaciones, tornados, huracanes, hambre e inseguridad alimentaria, dolor y muerte.  A la TIERRA y a la NATURA, no les preocupa lo que ocurra con el futuro del Homo sapiens, quizá su presencia estorba y degrada a todos los demás. (O)