Dos grupos poderosos

Mario Jaramillo Paredes

El gobierno del Presidente Lasso busca alcanzar acuerdos con dos grupos que son- por hoy-los más poderosos del país: los indígenas y los gremios de choferes. Desde hace varios años son los únicos- por ejemplo- que pueden paralizar al país. Y, sus dirigentes, saben el poder que tienen. 

Muchos piensan que poder de presión y de movilizar tienen las cámaras de la producción, los estudiantes, los trabajadores o los banqueros. Las cosas, sin embargo, han cambiado desde hace algún tiempo. En los últimos años-por ejemplo-muchos de los líderes estudiantiles y obreros plegaron al correísmo. Se silenciaron y en pago disfrutaron de las delicias del poder. Pero, como contraparte, perdieron presencia.

La CONAIE ha ganado fuerza y protagonismo. El nivel de disciplina -o de obediencia- que tienen sus bases, hace que las decisiones de la dirigencia se cumplan a rajatabla. Sus movilizaciones logran en pocas horas tomarse las carreteras, paralizando al país.

El caso de los transportistas es distinto. Sus dirigentes tienen excelente capacidad de negociación con todos los gobiernos y consiguen generalmente buena parte de sus demandas. La capacidad de movilización para paralizar las ciudades, es su mejor arma y la manejan sin exagerar, como ocurre en cambio en el caso indígena.

Hoy el gobierno tiene en estos grupos, dos frentes con los cuales la negociación va a ser compleja. Y todo hace pensar que habrá acuerdos con los transportistas, pero no con los indígenas. Los primeros son más pragmáticos y saldrán bien parados.

 Los indígenas en cambio -con dirigentes muchos de ellos caciques violentos- no buscan ni les interesa acuerdos, sino la toma del poder. Ya lograron la Presidencia de la Asamblea- hoy en total descrédito – y seguirán buscando la presidencia del país, de la cual estuvieron muy cerca con Yaku Pérez. (O)