Paradoja

Catalina Sojos

En el país de las paradojas nos aprestamos para enviar a la escuela a nuestros niños; poco a poco vamos comprobando que muchos de ellos no llegan a los niveles de nutrición y peso necesarios para la correspondiente vacuna, sobre todo en el campo; por otro lado la falta de maestros en la zona austral es inaudita, sólo en la ciudad de Cuenca, faltan ¡cuatrocientos maestros! según el presidente de UNE y las necesidades son pavorosas puesto que los registros de educación personalizada y formal cayeron en proporciones de catástrofe intelectual; al haberse implementado, debido a la pandemia, el sistema de manera virtual los niños quedaron en abandono, si tomamos en cuenta que el Ecuador tiene un alto índice de analfabetismo entendemos cómo los padres de muchos niños no estuvieron en la capacidad de ayudarlos, mientras tanto, jóvenes idóneos para ser educadores se agolpan a las puertas del Ministerio de Educación en busca de trabajo. Definitivamente estamos ante una nueva situación emergente: los contagios, la ausencia de maestros y edificaciones abandonadas que, posiblemente, deberán acudir a los padres de familia para volver a estar vigentes. Conste que, por esta vez, hemos pasado por alto a la corrupción instalada y más pantagruélica que nunca, gracias a esta peste física y moral que nos consume. (O)