¿Inversiones legítimas?

Ana Abad R.

Que  de manera fulminante se deshizo de sus inversiones en paraísos fiscales para poder ser Presidente, que más bien digan los políticos de dónde procede su dinero porque el suyo es por su trabajo honesto, que no permitirá que se “mancille” su trayectoria, que los papeles de Pandora son “unas cuantas informaciones viejas y descontextualizadas”, que ahora sí va a crear un entorno positivo para las inversiones del país, que se ha generalizado “groseramente”, que no va a permitir que “justos paguen por pecadores”; pero, si el objetivo de sus inversiones no era esconder sus capitales, evadir impuestos o lavar dinero –razón de ser de las cuentas off shore–  ¿por qué no invirtió en “el país de las oportunidades”?¿Acaso su promesa de elevar los impuestos al 3.5% de la población más rica del país no es un blanqueo obsceno de conciencia? El haberse desvinculado de sus inversiones justo antes de un proceso electoral muestra que el Presidente ecuatoriano poca reserva moral tiene para hablar de lucha contra la corrupción, se le terminó su capital político logrado con la vacunación. A confesión de parte, relevo de pruebas. (O)