El IESS sin medicinas

Marco Carrión Calderón

Fui a lo que considero “mi hospital querido”, no solo porque en él trabajé casi cuarenta años, sino porque le tengo un enorme cariño, para recibir atención médica. Tuve que esperar un mes para, desde la solicitud de cita, ser recibido en consulta. En el momento que la doctora quiso hacer las prescripciones para el tratamiento respectivo, se me informó que no había en farmacia las medicinas necesarias. Eran varios fármacos y supe que ya un buen tiempo no las tenían. Pude conversar con algunos otros pacientes que me dijeron que tampoco conseguían las que necesitaban. Y no se trataba de enfermedades leves, eran enfermedades crónicas unas, agudas y graves otras. Debían ir a comprar con su dinero. Y muchos pacientes no lo tienen.

Todos habíamos aportado al IESS durante muchos años con parte de nuestros sueldos para que cuando estemos enfermos nos pueda atender de manera eficiente. Pero ya vemos que esto no sucede. No quiero endilgar la culpa a las autoridades provinciales y del Hospital o de los Dispensarios porque, por experiencia conozco que no la tienen. Aquí, especialmente, el infame centralismo bloquea los recursos de las Unidades Médicas y se obsesiona en realizar las compras a nivel nacional para que los volúmenes sean elevados y, por lo tanto, las cantidades de dinero utilizadas y las coimas a recibir sean lo más altas posible. Esas compras no se las hace a tiempo, se las hace mal, comprando lo que no debe, o de mala calidad, y aprovechando para los negociados y peculados.

Claro que la burocracia centralista sabe bien, igual que cuando fui Director, que las Unidades Médicas de todo el país carecen de las medicinas necesarias, pero no les importa en absoluto. Con tal de tener su puesto bien pagado, de realizar los negociados de siempre en los procesos de adquisición, ya están muy contentos.

Las autoridades regionales tienen la obligación de exigir se respete la descentralización administrativa que ordena la Ley para poder adquirir esas medicinas y además se posibilite que las medicinas que no tienen en las Unidades Médicas puedan ser entregadas por farmacias privadas para que el IESS les pague después como se hacía durante mucho tiempo. (O)