Un paso hacia atrás

Nicanor Merchán Luco

Las negociaciones de la cumbre del clima para frenar el cambio climático global se prolongaron con el propósito de dar un paso atrás. El nuevo borrador tiene el propósito de “suavizar” los acuerdos con el fin de que las 197 delegaciones de los países de todo el mundo lo puedan firmar y para que sirvan para acelerar la descarbonización de la economía global. Los manifestantes que protestaban dijeron que existe una inoperancia de los líderes mundiales ante la crisis climática. La descarbonización del planeta se ve complicada.

El mayor problema por el que atravesó la COP 26 en sus negociaciones se produjo porque los principales contaminadores y los países ricos del mundo no quieren asumir el financiamiento para conceder que los países en vías de desarrollo, puedan luchar contra el cambio climático. También causó polémica expresar en el texto el abandono progresivo del carbón como fuente de generación de energía, así como los subsidios a los combustibles fósiles. Los países debían imponer medidas para limitar a 1.5 grados el calentamiento del planeta.

En Glasgow también se confirmó que la amazonia está en “código rojo” y solo frenando su devastación se podría detener la catástrofe; por consiguiente, urge detener la deforestación. Se puso un ejemplo señalando que solo la amazonia brasileña, en el pasado mes de octubre, perdió más de 800 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal; algo parecido ocurre con la deforestación de la amazonia ecuatoriana. Si se mantienen los actuales índices de deforestación, la degradación se viene de manera inmediata, así la mayor selva tropical del planeta podría caer en una crisis sin precedentes, perdiendo el 70 por ciento de su vegetación nativa. (O)