Los cerros de Cuenca son un potencial turístico

Alrededor de la ciudad se levantan varios cerros que pueden ser visitados por la población. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Durante la pandemia, muchas personas se volcaron a las periferias de la ciudad, a las zonas rurales, para alejarse de las aglomeraciones y de un virus que hoy vuelve a poner en aprietos por sus variantes.

En Cuenca no hubo excepciones: muchos lugares que eran visitados principalmente por las personas que ya disfrutan de las zonas abiertas, crecieron exponencialmente. Un ejemplo es el mirador de El Boquerón, ubicado en Turi, en donde se vio un aumento de visitantes que disfrutan de los senderos y de las vistas hacia la ciudad.


A los centros turísticos ubicados fuera de Cuenca se sumaron los cerros que rodean a la ciudad. Además de ser espacios que guardan el paso de nuestros ancestros a través de sus asentamientos, los cerros se han convertido en lugares para actividades deportivas y de recreación.


El Guagualzhumi, el Pachamama que comparten Cuenca y Cañar, Las Monjas e Ictocruz son algunos de los cerros en donde se ha visto una cantidad considerable de personas, sobre todo, los fines de semana.


Parte de este crecimiento de visitantes, a más de salir del encierro que obligó la emergencia sanitaria, está relacionado con la formación de grupos de ciclistas y excursionistas que ha armado salidas en ciertos días para mantener una continuidad.
Ante ello, algunas parroquias rurales de Cuenca han buscado aprovechar de las visitas para fomentar el turismo y consumo dentro de sus zonas.


“Las parroquias rurales tienen muchos atractivos turísticos, tenemos recursos naturales, que necesitan apoyo de recursos económicos. Es una buena oportunidad para reactivar estos espacios”, opinó Daniel García, presidente de la parroquia Paccha.
Paccha también forma parte de los ejemplos de crecimiento de visitantes gracias al cerro Guagualzhumi. Un sinnúmero de gente caminando o en bicicleta pasa por la parroquia rural.


Por esa razón es que el gobierno de Paccha ha invertido algunos recursos, y se apresta a firmar convenios con las instituciones públicas para señalizar las rutas para excursionistas y ciclistas que van hacia el cerro.


Otro de los objetivos que ya se están cumpliendo es la capacitación a las personas dedicadas a la gastronomía, ya que la comida tradicional de la parroquia es buscada por los visitantes.

Xavier Caivinagua/El Mercurio


Rutas


En el 2019, el Municipio de Cuenca presentó Caminantes, una guía que contiene las rutas de caminata por los cerros ancestrales que rodean a la ciudad. El proyecto fue dirigido por Daniel Orellana, quien desarrolló junto un equipo las rutas, describió la historia y las características.


La guía tuvo una gran aceptación porque tiene una serie de detalles para quienes quieren empezar a caminar por los cerros de Cuenca. Desde qué bus tomar para iniciar el recorrido hasta un itinerario y los atractivos que encontrarán los caminantes están especificados en la guía que puede ser descargada en este enlace.


“Esta guía ha caído como anillo al dedo precisamente en la pandemia porque es un tipo de recreación muy saludable. No hay riesgo de contagio, y que además nos ayuda tanto física como emocionalmente”, dijo Orellana a diario El Mercurio.


La guía contiene 16 rutas de dificultad baja, media y alta, además, tiene ejercicios de calentamiento y reglas que se deben cumplir en las excursiones que, si realizan, según los desarrolladores del proyecto, no se volverá a ver a Cuenca de la misma manera.


Reglas para las caminatas


Respeta a la naturaleza y a los habitantes
Recoge los desperdicios que generes
Si te encuentras con habitantes de la región, recuerda que es importante saludar y mencionar el propósito y el destino de la caminata;
Antes de salir de casa, revisa las recomendaciones de cada ruta
Disfruta de la calma y el silencio de las rutas
No te acerques a las grietas y barrancos, ni te desvíes de los senderos definidos.
No subas a los árboles o a muros.
Para evitar lesiones, calienta antes de caminar
Disfruta a plenitud de la caminata