Encalada y su “lengua morlaca”

Jorge Dávila Vázquez

// RINCÓN DE CULTURA
 
Esta es la segunda parte de mi comentario sobre el estupendo, entretenido y erudito libro de Oswaldo Encalada Vásquez, que empecé a comentar hace unos cuatro domingos, pero abrí un paréntesis, que ahora lo cierro.

Íbamos por la letra I de este entretenido texto, compilación de expresiones familiares, presencia quichua, y coloquialismos, cuando alguien me preguntó qué era “curpa”, que yo había usado en un mensaje, y  le remití al texto de Oswaldo. Este coloquialismo, muy utilizado en otros tiempos, nos dice él, significa “montón pequeño, cuerpo encogido”; muy expresivo, aunque casi se haya perdido.

Y seguimos con el orden alfabético del libro.

Juato, define el autor como alocado. Pero tenía otras connotaciones, como alterado, desequilibrado. Labioso, equivale a mentiroso, hablador. Está en desuso, pero sonaba bien, para definir a alguna gente, de esa que en la actualidad medra en política.

Llapango, descalzo. Encalada dice que es ofensivo, pero parece que en el XVIII y XIX, simplemente, designaba al descalzo, como esa bella mestiza pintada por Ernest Charton y llamada Llapanga.

Mala nueva, el escarabajo oscuro, negro, y en contraposición a la Buena nueva, escarabajo amarillo-café. Alguna gente de antes tenía verdadero pavor a estos grandes coleópteros, los sentía como anuncio de algo nefasto.

No pegar los ojos: no dormir en toda la noche.  Lamento muy común de las personas mayores cuando se desvelaban.
Ñaupa tiempos: las épocas pasadas. La remembranza asomaba en esta expresión.

Orondo, orgulloso, pagado de sí mismo. Era singular oírles a las viejecitas hablando de tal pariente o amigo que había trepado socialmente, o hecho dudosa fortuna y que se paseaba, con toda vanidad ante sus antiguas relaciones. 

Palo grueso: persona de dinero, que, por supuesto, se paseaba oronda. 

Quinde, colibrí, naturalmente. Creo que sentíamos que el quichuismo expresaba mejor la naturaleza leve y pasajera de la pequeña y poética ave.

Rancla: la falta a clase o a la asamblea, más actualmente.

Shulla: rocío nocturno. Trincar: sorprender. Uzhco: gallinazo. Vendaje: la yapa del pan al comprarlo. Yapa: regalo del vendedor al comprador. Zhuro: el picado de viruelas.

Lástima que la limitación del espacio no permitió más anotaciones. (O)