¡Somos ricos en ríos pobres!

Gonzalo Clavijo Campos

El docente universitario Ing. Galo Ordóñez Espinosa fue un reconocido profesional por sus aportes en la planificación de sistemas de agua potable y saneamiento en todo el país. Su última valiosa investigación para el Directorio de ETAPA EP en mayo del 2018 se denomina: “Informe técnico sobre la Vulnerabilidad de las fuentes de agua del páramo frente a los impactos de la minería, cantón Cuenca”.

En ella advierte sobre los grandes riesgos de contaminación por la explotación minera en las cuencas altas del cantón, así se empleen tecnologías modernas, por cuanto cualquier contaminación en las fuentes superficiales, por sus fuertes pendientes, puede llegar rápidamente a captaciones, conducciones y redes de distribución, ya que las plantas de potabilización son de tipo convencional, diseñadas para mejorar las características físicas y bacteriológicas del agua. Los metales tóxicos de la actividad minera no serían removidos con sus graves consecuencias.

Con respecto a los caudales en los ríos señala: ¡Somos ricos en ríos pobres! Por sus variaciones extremas en época de estiaje y de lluvia. Quienes habitan en las márgenes son testigos de las grandes crecientes del Yanuncay y Tomebamba que se desbordan cada año, seguidas de periodos de estiaje con caudales mínimos, siendo un grave limitante tanto para los usos esenciales como frente a una posible contaminación minera aguas arriba de las captaciones.

Además, advierte del balance negativo con un déficit superior a los 1.641 l/s para el año 2030 entre los caudales disponibles en el Machángara, Yanuncay, Tomebamba y Culebrillas y las demandas para agua potable con una población que crecerá de 700.000 habitantes en el 2030 a un millón en el 2050.

Destaca que la única subcuenca regulada es el Machángara con dos represas: Chanlud de 17 Hm3 y Labrado de 5 Hm3, siendo utilizadas para generar energía eléctrica, agua potable en la planta de Tixán, riego y caudales ecológicos que cuidan la riqueza biológica.

Concluye, finalmente, que la limitada oferta de agua crea un interrogante para el futuro cercano y enfatiza la necesidad del estricto cuidado del páramo y la pronta ejecución de obras de regulación planificadas desde hace décadas en el Yanuncay y Tomebamba. (O)