Por segundo año, el Niño Viajero solo saldrá en caravana

Para declarar el Pase del Niño Viajero, en el 2008, como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado se consideró, entre varios aspectos, su diversidad de personajes que se convirtieron en elementos identitarios de la manifestación religiosa y la participación de múltiples actores de la sociedad, sin límites de género, edad o distinción de lo urbano y rural.

Y, sin embargo, ni lo uno ni lo otro, como en otras ediciones, por segundo año consecutivo se verá hoy por la emergencia sanitaria, que sigue eclipsando las tradiciones, las fiestas y los encuentros culturales que tiene la ciudad, el cantón y la provincia.

Los personajes, como el Ángel de la Estrella, la Virgen María, San José, los Reyes Magos; las familias que se revestían para danzar, para bailar, para compartir; los niños, acompañados de sus padres y sus abuelitos, revestidos de algunos de los protagonistas de la fiesta religiosa, continuarán sin verse en una gran cantidad por las calles de Cuenca.

A pesar de que, hasta hace una semana el evento iba a retomarse con las medidas de bioseguridad y bajo planes de contingencia, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional decidió suspender todos los pases religiosos que no obtuvieron la autorización antes del 14 de diciembre.

Y, hasta esa fecha, el evento religioso no tenía los permisos completos aun cuando ya estaba trazada la guía para su realización. Para todas las personas que están detrás del Pase fue como recibir un balde de agua fría porque muchos ya estaban preparados para volcarse a las calles y seguir al Niño Viajero.

“Muchos ya tenían sus trajes, muchas familias ya se alistaron para estar en la fiesta y total nos dicen que no hubo cómo, que otra vez será diferente el Pase del Niñito. Pero nosotros sí pensamos salir, aunque sea un ratito y guardando el distanciamiento”, dijo Ruth Rosales, quien, junto con su familia, siempre ha participado en el evento religioso. Así como Ruth, desde varios sectores, aun con las restricciones encima, se piensa en ocupar las calles porque creen que el Pase del Niño no puede volver a encerrarse en una caravana de carros alegóricos y en un evento que está siendo institucionalizado.

“El año anterior no se dio y estaba bien porque los índices indicaban otra cosa, pero este año sí podemos realizarlo…Este año nosotros aglutinamos cerca de 2.000 personas, entre activistas y promotores culturales que estaremos allí, en este Pase”, dijo Pablo Coronel, gestor cultural.

Coronel, junto con una decena de artistas, se reunieron el 22 de diciembre para reclamar su participación en el Pase que se cumplirá hoy, a través de una propuesta que consiste en: la misa en la Catedral de La Inmaculada Concepción y en una caravana que arrancará a las 10:00 y que estará compuesta por 50 vehículos que se inscribieron en la Curia previamente.

No obstante, los colectivos de artistas se han convocado para que a las 09:30 se reúnan todos los que quieran ser parte del Pase porque creen que el Niño Viajero no es de una institución, sino de las personas.

Fiesta
Para Gabriela Eljuri, quien trabajó en el expediente del Pase del Niño cuando se declaró patrimonio nacional, no hay mucho qué hacer ante las decisiones del COE Nacional, principalmente por el tiempo de pandemia que está viviendo todo el mundo.

Lo que sí se puede hacer, según Eljuri, es que las autoridades deben pensar en que, una vez superada esta época, se pueda retomar la fiesta como era antes.

“Grave sería que las medidas que se toman como emergentes desde el momento de la pandemia duren más que las propias emergencias mismas”, dijo Eljuri, quien cree la tradición no se perderá porque siempre hay maneras de adaptarse a los sucesos. (AWM)-(I)