La inflación en el radar

Bladimir Proaño

Hasta el momento, la inflación en el Ecuador no es un problema serio, pero debe estar en el radar de la autoridad. Los ecuatorianos no podemos olvidar cómo se comportaba este fenómeno en las décadas de los ´80s, ´90s y primeros años después de la dolarización. Por ejemplo, la inflación anual en 1990 se sitúo en 51,97 % y a fines de 2000 y 2001 en 78,06 % y 78,69 % respectivamente. El comportamiento de los precios se afectaba por el aumento de los combustibles y por la especulación derivada de ese aumento. Y casi siempre el grupo de mayor incidencia era de “alimentos y bebidas”, le seguía el grupo de “alquiler, agua y electricidad y otros combustibles”. Pero no solo eran los combustibles el desencadenante, también lo eran los incrementos salariales. Y antes de los 2000, la devaluación era el otro factor de incidencia de la inflación.

Posterior al 2001 y en adelante, conforme se afianzaba la dolarización, el incremento del Índice de Precios al Consumidor en el Área Urbana (IPCU) ha ido bajando significativamente y hoy “disfrutamos” de una inflación mensual de menos del 1 % y una anual de menos del 2 % nada comparable con las de inicios de los años 2000. Pero que explica todo esto: por un lado, tenemos una moneda dura que psicológicamente nos frena la especulación, por que al darnos estabilidad, productores y consumidores no buscan especular, les interesa a los unos vender su producto, bajar stocks, no tener obsolescencias, etc. y a los otros satisfacer sus necesidades, Por otro lado, la estrategia económica de familias y empresas debe fundamentarse en la racionalidad. Así, el consumo racional debe basarse en dos máximas, que son consumir menos y que lo que consumamos sea lo más sostenible y solidarioposible. El consumo responsable es una actitud que no solo se aplica en el hogar, sino también se puede ejercer como ciudadanos a través de hábitos de vida a la hora de cuidar y mejorar el entorno. La producción sostenible por parte de las empresas consiste en hacer más y mejor con menos. El aprovechamiento eficaz de los factores productivos pasa por partir de una menor utilización de recursos y para ello alentamos a las empresas a diseñar y producir bienes y servicios cuya cadena de valor precise utilizar una menor cantidad de recursos naturales en toda su extensión. (O)