La Alianza del Pacífico

El ingreso de Ecuador a la Alianza del Pacífico (AP), en calidad de socio pleno, está cada vez más cerca.

Creada hace diez años, es el principal bloque de integración comercial y de inversiones del Pacífico, integrado por México, Colombia, Perú y Chile.

Por ahora, Ecuador es miembro asociado, cuando debió ser socio pleno desde su creación. No lo fue por la mezquindad y la franquicia ideológica, supuestamente enemiga del capital, del gobierno de la época.

Durante la Sesión Plenaria de la XVI Cumbre de la Alianza, efectuada en Colombia, el presidente Guillermo Lasso solicitó de forma oficial el ingreso de Ecuador como socio pleno.

Para coronar esa aspiración, Ecuador debe culminar, con éxito, las negociaciones para suscribir el acuerdo comercial con México, previsto para marzo de 2022 según vaticina el Ministerio de Producción.

Dicho acuerdo estuvo estancado durante tres años; pero el gobierno de Lasso, bajo su slogan de “Más Ecuador en el mundo y más mundo en el Ecuador”, logró destrabarlo.

Se prevé la última ronda de negociaciones en Quito. En la efectuada en México se lograron avances en cuanto a los “accesos a mercado” y “reglas de origen”, más otros ejes fundamentales a cargo de las trece mesas de trabajo bilaterales.

En Ecuador no faltan los contrarios al ingreso del país a ese bloque. Esgrimen razones hasta ideológicas, no así algunos sectores productivos cuya preocupación, justa por lo demás, es precautelar la producción local en materia arancelaria. El gobierno, se sobreentiende, toma muy en cuenta esta situación.

El gobernante de Perú, pese a su extremo izquierdismo, no habla de retirar a su país de la AP. Frente a la realidad económica, más bien se muestra partidario de las inversiones.

El próximo mandatario de Chile, de similar visión ideológica, también se muestra pragmático en materia económica y de la integración, aunque con visión social distinta.

Unos 230 millones de personas son parte del mercado regional conformado por los países de la AP. Es la octava economía del mundo. Ecuador no puede seguir fuera.