Casa de la Cultura del Azuay prepara propuesta para reformas a ley

Martín Sánchez, director de la Casa de la Cultura del Azuay. El Mercurio

Martín Sánchez, presidente de la Casa de la Cultura, núcleo del Azuay, junto con sus pares de otras provincias, participará en las mesas de trabajo por las reformas que hará la Asamblea a la Ley de Cultura. Sobre ese tema se refirió en una entrevista que sostuvo con El Mercurio.

Han hecho una convocatoria por las reformas que se pretenden hacer a la Ley de Cultura desde la Asamblea Nacional. ¿Cuál es el objetivo?


Empezaron a haber varios proyectos de reforma que presentaron asambleístas de diferentes bancadas. En este caso hay cuatro específicas que fueron remitidas por Fabricio Villamar en 2019, por Soledad Buendía y por María Larreátegui Fabara en 2020, y por Esther Cuesta en 2021… Nosotros teníamos entendido que la fecha de debates podían arrancar a mediados de este año, es decir, en el segundo semestre de 2022, sin embargo, a finales del año 2021, la Comisión de Cultura, en un giro sorpresivo, técnicamente correcto, pero sorpresivo, definen poner en agenda ya los proyectos de reforma a la ley, que recopilan los cuatro proyectos que he mencionado. Cada uno de los proyectos dista del uno del otro. Entonces, como Casa de la Cultura, evidentemente tenemos que hacer una propuesta a la reforma, que tiene que ser discutida, trabajada, socializada con los diferentes sectores, considerando que es una ley nacional. Por eso estamos convocando a las mesas de trabajo que van a ser este día martes (1 de febrero), de manera virtual, porque el 10 y 11 de febrero tenemos una reunión general con los 24 directores, con los cuales, hemos acordado juntar todas las propuestas en un solo documento nacional para entregarlo a la Asamblea.

Hay 24 provincias que entregarán sus propuestas distintas. ¿Habrá alguna base homogénea?


Efectivamente tenemos realidades distintas sumamente dadas. Por ejemplo, Galápagos tiene un régimen especial por ser península, y en este caso, la Ley de Cultura no contempla lo que las leyes indican para lo que es régimen especial. Creemos que debe incorporarse el régimen de Galápagos y el régimen especial que tiene la Amazonía en términos de gestión nacional para que vaya a la par con las otras leyes, y esto implica el manejo de recursos para estos lugares específicos. En el caso del Azuay tenemos otras necesidades y realidades. No tenemos regímenes especiales, pero sí tenemos como el manejo de los sitios patrimoniales, como el manejo de bienes patrimoniales que no tienen, por ejemplo, los Núcleos de la zona costera. Todas distintas realidades, pero todas, a la larga, van a pasar por el presupuesto. Por eso, entre las propuestas está que se retome lo que tenía la Casa de la Cultura antes del 2008, que era el 2 % de la actividad portuaria, que se retome la autogestión de los espacios.

¿Cuáles cree que son las necesidades puntuales del Azuay?

En el caso nuestro, una mejor distribución de recursos. Tiene que ser mucha más específica la distribución a nivel de los núcleos. Establecerse muy bien el ingreso, en torno a los temas demográficos y, también, con los temas de infraestructura que manejan los Núcleos. En el caso del Azuay tenemos la mayor infraestructura del país en términos de Casa de la Cultura. Nos parece valioso que se defina y se reparen los temas en conformación a la asamblea. Creemos que la asamblea de la Casa de la Cultura debe tener mayor incidencia y la capacidad de que sus criterios sean vinculantes. Vemos sumamente importante que se defina la autonomía de la institución. La exoneración de impuestos debe estar marcada en los servicios culturales.

Se ha hablado mucho de la exoneración, pero, o se sabe poco o no es como lo pinta la ley.


Absolutamente hay vacíos en la ley. Hay títulos, pero la ley no pone especificidades que se llegan a desarrollar. Entonces es allí donde consideramos que se debe aclarar. A veces son palabras que deben introducirse para hacerlo mucho más vinculante, mas no que sea discrecional del Estado.

¿Por ejemplo?


Por ejemplo, queremos que en la ley diga que artistas que se encuentren bajo ciertos regímenes sean exonerados en la patente municipal, que los artistas que estén bajo cierto régimen tengan exoneraciones con la renta, con el IVA. Hay cosas muy puntuales que tienen que irse colocando. A eso también apuntamos. En términos generales también es necesario revisar cuál es el rol del Ministerio de Cultura. Actualmente en el Azuay tenemos un Ministerio de Cultura que está reducido a un museo y no tiene un rol activo, no tiene un rol político. En este momento, el Ministerio de Cultura está reducido a una administración del Museo Pumapungo. Creemos que eso tiene que cambiar. Eso es desde nuestra visión institucional, pero ahora tiene que salir desde la construcción colectiva con los diferentes sectores, de la visión del artista que está generando actividades culturales en el día a día.

¿Algo que se podría rescatar de las propuestas de reforma de los asambleístas?


Tenemos una preocupación con la propuesta de la asambleísta Esther Cuesta, que ella, como asambleísta del exterior, ha pedido una creación de Núcleos en el exterior, específicamente en las zonas en donde ella tiene incidencia. Esto nos parece que es valioso y necesario por nuestra población migrante, pero en la reforma que ella pide, solicita que los fondos para la creación salgan de los otros Núcleos provinciales. Si somos instituciones que estamos con lo menos que necesario para mantenernos anualmente. Si crean otros Núcleos, respaldamos, pero tienen que tener definido de dónde van a salir los recursos. Por todo esto es que en la página web de la Casa de la Cultura (https://leydecultura.casadelacultura.gob.ec/) están las propuestas de reforma por los asambleístas, para que la gente las pueda estudiar, las pueda leer. (I)