Pájaros y cultura ambiental

Tito Astudillo y A.

El recrudecimiento de la pandemia, este mes, nos llevó a refugiarnos en nuestra casita de campo y un día, dejamos pepitas de calabaza a secar en la terraza, al caer la tarde tuvimos la visita de un hermoso pájaro amarillo, el mismo que acompañó mi niñez con sus colores y trinos, nuestro mítico Chugo, pico grueso ventriamarillo, pico gordo amarillo, piquigrueso de vientre amarillo o  guiragchuro también; al siguiente día fueron dos, al tercero dos parejas y así cada día no han dejado de llegar, de mañana, al medio día y de tarde. Es un espectáculo verlos comer, alzarse en cortos vuelos, cortejarse, salpicar de color el intenso verdor y llenar con su canto la huerta.

Para escuchar el canto de las aves no es preciso comprar una jaula sino sembrar un árbol, así, o algo así, decía un mensaje reenviado por un amigo y tiene razón. Hicimos un inventario vegetal del entorno y encontramos que está sembrado de capulíes, higos, granadillas, moras, nísperos, tomate, guyanés, cañaros, arrayanes, uvas, manzanas chilenas, uvillas y chirimoyas cargaditos de frutos, semillas y brotes, parte de su cadena alimenticia. Su presencia aquí, me lleva al recuerdo de las orillas de nuestros ríos y sus parques lineales tratados con plantas autóctonas de abundantes frutos y semillas que dan vida a una creciente diversidad de pájaros entre los que comienzan asomar los chugos, para aportar color y musicalidad a las rutas de aviturismo, que van tocando nuestra sensibilidad para reparar en su presencia como atractivos de un entorno que debemos conocer y proteger.

A expensas del desarrollo la humanidad ha puesto en peligro la biodiversidad y en riesgo de extinción muchas especies y de aves lo más cercano, situación de la que hablamos, nos lamentamos y hasta señalamos culpables, cuando lo correcto sería que, cada uno, aportemos en la construcción de una cultura ambiental con detalles tan simples como también sembrar, en nuestros jardines, cercas, huertas y chacras, plantas que aporten frutos y semillas a su cadena alimenticia. (O)