Presidente argentino niega delito en la adjudicación de obras en kirchnerismo

El presidente argentino, Alberto Fernández, consideró al declarar como testigo en un juicio que afecta a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que en esa causa se están discutiendo «decisiones políticas no judiciables», y descartó que hubiera una «distribución arbitraria» de fondos en la concesión de obras durante el mandato presidencial de la líder del peronismo kirchnerista (2007-2015).

«Me llama mucho la atención el sentido de esta causa, porque acá, en verdad, lo que están discutiendo son decisiones políticas no judiciables, objetivamente», señaló el mandatario ante el Tribunal Oral Federal 2, que desde 2019 acoge las audiencias en las que se juzga a su compañera política y a otros imputados.

Fernández acudió a los tribunales federales de Buenos Aires para declarar en el juicio que se centra en las presuntas concesiones irregulares en la provincia patagónica de Santa Cruz a favor del grupo Austral, propiedad de Lázaro Báez, estrecho colaborador del fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) y ya en prisión (ahora domiciliaria) por presunto lavado de dinero desde 2016.

«No conozco al señor Lázaro Báez. Lo crucé una vez en Calafate y recuerdo perfectamente el diálogo. Me dijo buenos días y le dije, ‘mucho gusto’… Nunca más lo vi…», aseveró el jefe de Estado.

«NO HABÍA UNA DISTRIBUCIÓN ARBITRARIA»

El peronista acudió a declarar por haber sido jefe del Gabinete de Ministros de Kirchner y de Cristina Fernández entre 2003 y 2008, comparecencia solicitada por la propia vicepresidenta como parte de su estrategia de defensa, al igual que pidió que declaren sus otros ex jefes de Gabinete, al considerar a todos ellos responsables de firmar las partidas presupuestarias de la obra pública desde 2004 a 2015.

«Definitivamente no había nunca una distribución arbitraria. En un presupuesto es muy difícil realmente distribuir arbitrariamente los recursos para las provincias», señaló el presidente.

«La aprobación de un presupuesto no es decisión de un presidente que decide cómo se gasta la plata… Es un trabajo donde intervienen muchísimas jurisdicciones, que después va al Congreso y donde se genera un debate enorme dentro del Congreso», subrayó.

Agregó que «no hay espacio como para que alguien cometa una arbitrariedad y el conjunto de los diputados la tolere», y señaló que «no existe ninguna norma que ponga límites a cómo se dispone el gasto en la obra pública».

Alberto Fernández fue elegido en 2019 por la propia expresidenta -que atribuye a una persecución judicial sus procesamientos en varias causas judiciales- para ser candidato a presidente, luego de años distanciados tras las diferencias que lo llevaron a renunciar en 2008 como su jefe del Gabinete, un tiempo en el que el actual mandatario llegó a ser muy crítico con la gestión de Cristina Fernández.

«Renuncié, francamente, porque creo que el Gobierno había sufrido un desgaste muy grande» por el conflicto que el Ejecutivo de Fernández de Kirchner tenía por entonces con las patronales del sector agropecuario, indicó el presidente argentino, en la audiencia.

«Me pareció que iba a ser difícil seguir adelante con la misma fuerza que tuve durante la gestión de Néstor y preferí dar un paso al costado», señaló. EFE