Guerras externa e interna

Hugo Lucero Luzuriaga

El pueblo ecuatoriano está pendiente de una GUERRA EXTERNA que directamente no nos toca, que desconocemos motivos, que lo conocemos por informaciones interesadas, tal vez sesgadas, que monopolizan audiencia y que acaparan gran parte del tiempo de los pobladores del planeta. Lo grave es que disponemos de muchos análisis y opiniones provenientes desde políticos domésticos que juzgan de acuerdo a sus capacidades e intereses, hasta de neófitos comentaristas que se aprovechan de la guerra furtivamente, alentándola en detrimento de la paz.  

Estamos pendientes de un conflicto entre dos imperios con antecedentes de guerras con acciones criminales o: ¿acaso nos hemos olvidado de las matanzas en Irak, Afganistán, Congo, Burkina Faso, Malvinas y más? ¿nos hemos puesto a pensar que los mayores vendedores de armas en el mundo son EEUU y Rusia, y que ahora mismo siguen armándose o armando a Ucrania?

Y mientras seguimos pendiente de una guerra mediatizada, no miramos lo que pasa casa adentro en donde sí hay una “GUERRA INTERNA”, con actores conocidos y una confrontación con peleas, casi que callejeras, en busca de remover el CPCCS en función de manejar los nombramientos de autoridades de la Contraloría, Fiscalía, Procuraduría y Judicatura, apuntando al perdón, olvido e impunidad de actos y actores que están enjuiciados y hasta fugados.  Conflicto interno que tiene como protagonista principal a la presidenta de la Asamblea y como antagonistas a los asambleístas de Unes, Partido Social Cristiano y el grupo “rebelde” de Pachacútec. 

Esta guerra doméstica, a pesar de su importancia, poco importa a la mayoría de ecuatorianos, que están cansados de los políticos, ¡por algo será!  Sí deberíamos interesarnos de la guerra externa por los millones de humanos inocentes y por las repercusiones que tendrá a nivel mundial para satisfacción de las potencias imperialistas. Ninguna guerra o conflagración debe justificarse, aunque se disfrace su legitimidad, porque tanto vale para ellos: Irak de Saddam Hussein o Ucrania de Volodímer Selensky. (O)