Rohon y su error

Gerardo Maldonado Zeas

Un discurso efusivo, lleno de verdades históricas; la Asamblea Nacional hace rato le debe a los ciudadanos, fueron las palabras de César Rohon, cuando se despidió de esa cloaca que es el primer poder del Estado. Un discurso práctico; él se va porque solo hay intereses personales; y, además, a los integrantes de la Asamblea no les importa ni la salud, ni el empleo, ni el futuro del país.

Los correistas, que si son orgánicos, como dirían los viejos políticos, festejan. Y el cínico de Pabel Muñoz, ese Truman Capote de la política, casi “llora” viéndole a Rohon despedirse en medio de la sesión del domingo pasado, y pide a la presidencia, que no le descuenten minutos de su intervención en la discusión del proyecto de Ley de Inversiones, debido a la gran contribución que hará al país, porque él debe reconocer a Rohon públicamente, como un hombre de grandes debates, a un demócrata, en fin, a un buen tipo.

Muñoz está convencido de sus aportes, para hacer “reflexionar” al Estado son fundamentales.  Y en un gesto de audacia única, pide que el proyecto de ley de inversiones no tenga más de 20 artículos, y se elimine todo lo demás. Así como habló, él se cree el nuevo Keynes; a veces con tantas sandeces, parecería igualarse a una mala copia de Schumpeter o Galbrahit, cuando aborda temas de economía, la crisis, y el dolor del consumidor, del dinero y de otras variables de la economía, con una prepotente serenidad, así como funciona la verborrea del populismo más infame y mal intencionado. Al final, su discurso es una cantinflada.

Parecería que la salida de Rohon es un acto valiente alabado por muchos ciudadanos, por su franqueza, por la coherencia y serenidad con la cual pide el cierre de la Asamblea. Pero más bien, se convirtió en la peor de las decisiones porque quien le reemplazará, es nada menos que Elina Narváez Mendieta, hija de Mariana de Jesús Mendieta, una dirigente histórica del PSC y exalcaldesa de Durán. Una mujer fiel a Nebot y sus circunstancias.

Ellos unidos, con un voto más, ahora, libres y halagados con estar amnistiados, tienen el escenario para la conspiración total: cambiar a la presidenta de la Asamblea, que ha negociado todo, como decía Mario Puzo, en El Padrino, una cuestión de escenario; ir por el CPCCS, y llegar hasta botar hasta al presidente. Eso es todo. (O)