El costo no siempre es monetario

Viviana Bernal Estrada

Y cuando nuestros hijos e hijas ya crecieron, dejando por lejos de ser los pequeños a quienes les contentábamos a gusto y paciencia adulto céntrica, es cuando la economía de un hogar y aquella economía del cuidado empieza a visibilizarse, más aún cuando estas dependen, en su gran mayoría, solo del responsable de un hogar monoparental.

Siempre en pareja es mejor, entendiendo que el uno es pilar para el otro en total e incondicional reciprocidad; pero cuando no funciona, cuando más allá de la disfuncionalidad existen otros factores que afectan la armonía de un hogar, las cosas cambian; no siempre para mal, tampoco para bien, en sentido absoluto; lo cierto es que las exigencias de una sociedad altamente competitiva más el temible constructo social, hala para ser parte de…

El sometimiento hacia un sistema que reivindica el progreso desde su propia dinámica, es también un costo intangible, de esos que no se reflejan en números y de esos que se conocen solo cuándo son ventilados.

Entre el desarrollo de las sociedades y los proyectos individuales de cada sujeto, se tejen redes de sustento y a la par de ello, se figura un costo, que sin forma alguna y ajeno a lo cuantificable, éste, también se edifica conforme avanzan los objetivos de nuestros más amados beneficiarios. (O)