La UE pide a China que deje la equidistancia ante Rusia y Pekín no se define

La Unión Europea pidió a China que abandone su «equidistancia» ante la guerra en Ucrania y utilice su influencia sobre Rusia para parar la agresión, durante la cumbre por videoconferencia que celebraron, en la que Pekín no aclaró el papel que va a jugar como superpotencia.

«La equidistancia no es suficiente. El compromiso activo a favor de la paz es importante. Cada actor tiene que jugar su papel», dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en la rueda de prensa tras la reunión.

En una cumbre de tres horas en las que la invasión de Ucrania centró la discusión, Von der Leyen representó a la UE junto al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y al alto representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

Por parte China, al otro lado de la pantalla, estuvieron el presidente Xi Jinping y el primer ministro, Li Keqiang.

«Pedimos a China que ayude a parar la guerra en Ucrania. China no puede mirar para otro lado ante esta violación de la ley internacional», señaló Michel en la misma rueda de prensa.

En un encuentro en el que Pekín quiso centrarse en las cuestiones comerciales y en la relevancia que la variante ómicron tiene para su país, según Von der Leyen, la UE se esforzó en señalar «la suprema importancia que esta guerra tiene para Europa y para la arquitectura de seguridad global».

La cumbre se celebró casi dos meses después de la reunión que Xi y su homólogo ruso, Vladimir Putin, mantuvieron en Pekín durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, en la que ambos mandatarios se comprometieron a estrechar sus lazos y criticaron la política de expansión de la OTAN.

Por eso, Bruselas trasladó a China que si no apoya las sanciones que Occidente ha impuesto contra Rusia, «al menos no interfiera» en ellas, señaló Von der Leyen, en referencia a la posibilidad de que Pekín ayude al Kremlin a sortearlas.

“Cualquier intento de esquivar las sanciones o proporcionar ayuda a Rusia prolongará la guerra y llevará a más pérdida de vidas y a un impacto económico mayor; no interesa a nadie”, afirmó Michel.

Y es que Bruselas utilizó también como argumento ante China los consecuencias económicas de la guerra.

«El sector económico está observando de cerca y evaluando como se posicionan los países. Esta es una cuestión de confianza, fiabilidad y por supuesto, sobre decisiones de inversiones a largo plazo», aseguró la presidenta de la Comisión.

En este sentido, la alemana incidió en el hecho de que el comercio de bienes y servicios entre la UE y China mueve 2.000 millones de euros al día, aproximadamente, frente a los 330 millones diarios entre el gigante asiático y Rusia.

«Esperamos que nuestros argumentos, que se han repetido con fuerza, se hayan entendido del lado de China. Esperamos que China tome también en consideración la importancia de su imagen internacional», dijo Michel, que afirmó que las dos partes estuvieron «de acuerdo en que esta guerra amenaza la seguridad global y la economía mundial”.

Von der Leyen dejó claro también que proseguirá con su demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) si China mantiene el veto a las importaciones lituanas, con el argumento de que Vilna ha abierto en su país una oficina de Taiwán.

«Dadas las circunstancias, China y la UE, dos de las mayores fuerzas, civilizaciones y mercados del mundo, deben estrechar la comunicación, sobre todo en aquellos asuntos que conciernen a la paz y al desarrollo global», dijo Xi, citado por la agencia estatal Xinhua.

 China y Europa deben «aportar ideas y jugar un papel constructivo, estabilizador, en este momento turbulento», según el mandatario.

Pero, según las citadas fuentes europeas, los mandatarios chinos no aclararon el papel que van a jugar ante Rusia, manteniendo así la ambigüedad a la hora de condenar la guerra.

RELACIONES COMERCIALES

La UE y China también aprovecharon la reunión para abordar su relación bilateral y ahí los europeos se dijeron “decepcionados” por las sanciones “injustificadas” impuestas por Pekín a eurodiputados a raíz de las medidas restrictivas que le aplicó la Unión por violar derechos humanos de la minoría uigur.

En la declaración unilateral emitida por la UE tras la cumbre, la Unión confió en poder reanudar el diálogo de derechos humanos con China para abordar esas preocupaciones o el desmantelamiento de la autonomía de la que gozaba Hong Kong.

Precisamente las sanciones a eurodiputados frenó por parte de las instituciones comunitarias la ratificación del acuerdo de inversiones que habían concluido la UE y China.

La UE subrayó asimismo la necesidad de abordar sus preocupaciones relacionadas con el acceso al mercado y el entorno de inversión en China, con vistas a garantizar una relación comercial y económica equilibrada. EFE