Familia pide que no se detenga la búsqueda del joven que fue arrastrado por el aluvión en Sayausí

Amparito Guichay pide a los organismos de socorro intensificar la búsqueda. Iván Velesaca/El Mercurio

Junto a una capilla ardiente que se levantó en memoria de Edwin Santiago Villa Guichay, de 33 años, su madre, Amparito Guichay, llora desconsolada. Con fotografías en mano y un pantalón negro, que fuera encontrado en el río Tomebamba, espera que el cuerpo de su hijo sea localizado.

“Santi” era como le conocías su familias y amigos. Él fue arrastrado por un aluvión cuando se movilizaba en un vehículo Chevrolet Vitara, junto con otro ciudadano la tarde del pasado domingo 27 de marzo de 2022 en la vía Cuenca-Molleturo-El Empalme, sector El Lirio de Sayausí. El mismo día de la tragedia fue encontrado sin vida el chofer del Vitara.

En ese lugar, entre los kilómetros 10 y 14, hubo cuatro aluviones donde fallecieron otras tres personas, al quedar sepultadas entre las rocas.

Familias y amigos fueron brigadas para recorrer todos los días las riberas del río Tomebamba hasta la zona de El Descanso. Igual hicieron los integrantes del Cuerpo de Bomberos. Pero hasta ayer no se lograba localizar el cuerpo.

Tragedia

La mañana de ese domingo, Santiago Villa, antes de salir de su domicilio ubicado en el barrio Gulag, preparó café y cocinó arroz para su madre, hermanas y una hija de 5 años.

Horas después, Villa regresó a su hogar trayendo alimentos y compartió con su familia. Durante este compartir Santiago dijo a su progenitora: “Mami este año me gradúo, voy a estudiar con toda la fuerza que tengo para conseguir mi sueño. Seré un buen abogado”.

Amaparito Guichay explicó que, luego de la comida, Santiago arregló la casa. Después salió a donde un vecino y al retornar a su domicilio, conversó con su madre y se sirvió un plato de sopa. Ella recuerda que esa fue la última vez que habló con su hijo querido.

“A las 16:50 se escucharon gritos. Salí a ver qué sucedía y había mucha gente que corría hacia el sitio de El Lirio. También una vecina lloraba. Le pregunté qué ocurrió y me contó que un derrumbe los llevó a mi hijo Santiago y al vecino Germán que estaban en un carro”, contó entre lágrimas.

En el vehículo de la gráfica se movilizaba Santiago Villa.

Guichay recuerda que su hijo era un buen hombre, un ejemplo a seguir. Indicó que estaba estudiando a distancia en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL). Señaló que en los últimos días ayudó voluntariamente en la Tenencia Política de Sayausí.

Santiago Villa estudió en la escuela Fray Gaspar de Carvajal en Sayausí. La secundaria cumplió en el colegio Las Pencas. Luego migró a los Estados Unidos (EE.UU.), donde trabajó dos años y regresó a Ecuador porque no se acostumbró.

Cando retornó a su casa, Villa trabajó con sus padres en el local de comida que tienen en Gulag. Luego su madre lo ayudó para que obtenga la licencia tipo-C, hicieron un préstamo y compraron un taxi. Santiago laboró como chofer profesional y le faltaba poco para cubrir la deuda.

La tragedia en Sayausí dejó 4 personas fallecidas y 11 heridos. Más de 200 personas resultaron afectadas por los aluviones.