La ausencia de campaña no desalienta a los franceses en las presidenciales

París.- Frente a los augurios de los sondeos, que hacían presagiar una abstención récord, la participación en la primera vuelta de las presidenciales francesas resiste este domingo pese a una ausencia casi total de campaña debido a la guerra en Ucrania y la pandemia.

A mediodía se habían acercado a las urnas un 25,48 % de electores, solo tres puntos menos que en los comicios de 2017. En la escuela Pierre Bullet, en el distrito X de París, el flujo de personas fue constante desde primera hora de la mañana.

«La democracia de momento está ganando en este colegio porque la gente vota. Estamos muy sorprendidos», cuenta a EFE Jorge Partida, francés de origen mexicano.

Pantallas de plexiglás, gel hidroalcóholico y carteles que invitan a respetar la distancia recuerdan que la covid todavía no ha desaparecido, y aunque la mascarilla no es obligatoria la mayoría de votantes la lleva.

Daniel, jubilado parisino de 68 años, asegura haber votado «sin dudarlo» por el actual jefe de Estado, el liberal Emmanuel Macron.

«Representa a la vez a la izquierda y a la derecha, aunque en este momento sea un poco más de derechas que centrista. Estoy en contra de los extremos. Su balance no es muy positivo. Con la covid y luego Ucrania no ha tenido mucha suerte, pero creo que el resto de candidatos no lo habría hecho mejor», apunta.

Macron votó este domingo en Le Touquet, localidad costera del noroeste del país donde tiene una residencia junto a su esposa, Brigitte, quien le acompañó en esta ocasión.

Si se cumplen las previsiones de las encuestas, tiene asegurado el paso a la segunda vuelta del 24 de abril, aunque en las últimas semanas la ultraderechista Marine Le Pen ha recortado peligrosamente su ventaja.

MIEDO A LE PEN

La perspectiva de que la candidata de la Agrupación Nacional alcance el poder ha dejado de verse lejana.

«Personalmente me da mucho miedo. Creo que tenemos que juntarnos todos los demócratas para estar contra ella en la segunda ronda», señala Marianne, jubilada parisina de 58 años, que dice haberle dado su confianza al ecologista Yannick Jadot, que recaba apenas un 4 % de las intenciones de voto.

No concuerda del todo con el candidato de Los Verdes, pero señala haberle respaldado «para dar un impulso y esperanza a su partido».

Romain, arquitecto de 35 años, también se ha decantado por los ecologistas: «He votado teniendo en cuenta lo que me parece que es el mayor desafío respecto a lo que pasa actualmente, más a escala internacional que nacional. En mi opinión es la ecología», sostiene.

Este antiguo socialista afirma estar decepcionado con el balance de Macron, tras un quinquenio marcado por protestas como la de los «chalecos amarillos», y dice entender que la gente se sienta cada vez menos implicada con jornadas electorales como la de este domingo porque «hay mucha decepción».

Entre quienes no irá a votar está Marie, trabajadora hospitalaria de 58 años: «El Gobierno es corrupto y no tengo ganas de votar por nadie para que sigamos bajo las órdenes de alguien que de todas formas no se preocupa por nosotros», apunta.

En total se disputan la Presidencia francesa doce candidatos -ocho hombres y cuatro mujeres- que lograron los al menos 500 avales de cargos públicos necesarios para respaldar su candidatura. El último en votar este domingo fue Macron y la más madrugadora la socialista Anne Hidalgo, alcaldesa de París.

Safa, investigadora genética de 60 años, fue a su colegio electoral porque considera que en esta primera vuelta «hay opción, de la extrema izquierda a la extrema derecha», pero en la segunda se va a abstener.

«Quiero a alguien que diga la verdad, y la mayoría de quienes van a llegar a la segunda nos mienten sobre todo. Me voy a abstener para que al menos quien gane no tenga legitimidad», concluye esta farmacéutica en una jornada en la que la cifra de abstención es una de sus grandes claves. EFE