La estación espacial «es y debe ser símbolo de cooperación pacífica»

La astronauta italiana de la Agencia Espacial Europea (ESA) Samantha Cristoforetti viajará este mes a la Estación Espacial Internacional (EEI), un lugar que “es y debe ser un símbolo de cooperación pacífica”.

Cristoforetti volará en un cohete estadounidense Falcon no antes del 20 de abril, unas semanas después de que Rusia anunciara su decisión de retirarse de la EEI, tras las sanciones contra empresas de la agencia espacial rusa Roscosmos por la guerra de Ucrania.

La astronauta, que desarrollará la misión Minerva en el que es su segundo viaje al laboratorio espacial, señaló durante un encuentro con la prensa que la actual tripulación está trabajando bien, “no solo son colegas, sino buenos amigos a bordo”, y espera lo mismo para su equipo.

“Muchos estamos devastados por las imágenes que vemos cada día” del conflicto en Ucrania, dijo Cristoforetti (Milán, 1977), pero también saben que tienen la responsabilidad de mantener las actividades en la EEI.

Cuando hay una misión que llevar adelante “tienes que centrarte más en lo que te une que en lo que te divide”; la Estación Espacial Internacional es, desde el inicio, un modelo de “esperanza, de entendimiento internacional y lo seguirá siendo”, añadió.

A todos los niveles hay equipos conjuntos que cada día se reúnen para llevar adelante las operaciones de la EEI y “este trabajo conjunto no se ha paralizado ni por un momento”.

Cristoforetti desarrollará hasta septiembre la misión europea Minerva (son los astronautas quienes eligen los nombres), y recordó que se trata de la diosa de la sabiduría -una cualidad que “nunca es suficiente” – y protectora del artesanado.

Ante su segunda estancia en la EEI, aseguró que es “un privilegio» y que como ya no será una “novata” no estará tan “sobrepasada por las emociones y la experiencias» como la primera vez.

Entre los numerosos experimentos que realizará destacó el destinado a estudiar el efecto en las células ováricas de la microgravedad y la vida en el espacio o el que estudiará el potencial antioxidante de algunas nanopartículas para prevenir la degeneración neuronal.

El aceite de oliva extravirgen será protagonista de otro estudio que analizará el impacto de la radiación espacial y la microgravedad en este producto, del que también llevará una pequeña cantidad para consumir con el resto de la tripulación.

La astronauta italiana podría, durante este tiempo, participar en un paseo espacial o actividad extravehícular, junto a cosmonautas. Una decisión que se debe tomar sobre la base de la programación de las actividades de la EEI, aunque ella ha seguido el entrenamiento para utilizar los trajes rusos.

Cristoforetti formará parte de la expedición 67 al laboratorio espacial, al que llegará, junto a los estadounidenses Kjell Lindgren, Bob Hines y Jessica Watkins en una cápsula Dragon propulsada por un cohete Falcón del Space X.

La Dragón, desde el punto de vista del confort, tiene más espacio que la Soyuz rusa, aunque como es más sensible a las condiciones meteorológicas también es más lenta, explicó. El viaje, que se realizará no antes del 20 de abril durará, en total, unas treinta horas.

El director general de la ESA, Josef Aschbacher, que participó de manera virtual en el encuentro con la prensa, habló sobre el futuro de la EEI.

Mientras Rusia ha anunciado sus planes para construir una nueva estación orbital, Estados Unidos ha decidido prolongar sus actividades en el laboratorio espacial de 2024 a 2030.

En el caso de la ESA, Aschbacher dijo que propondrá a los países miembros una prórroga de las actividades más allá de 2024, sobre lo que se decidirá en la conferencia ministerial de finales de este año. EFE