Confusión tras anuncio de eliminar uso obligatorio de mascarillas

La mayoría de cuencanos continuó usando esta prenda, pese al anuncio del Gobierno.

Efraín Ordóñez, estudiante de Turismo, caminaba este viernes por el parque Calderón sin mascarilla, junto a sus amigos. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Cuenca amaneció ayer con un clima frío e intensas lluvias en el primer día de la eliminación del uso obligatorio de la mascarilla en el país. Un cuadro habitual de la ciudad.

Lo que sí dejó de ser común en la capital azuaya fue la utilización del cubre bocas, elemento que durante los dos últimos años pasó a formar parte de la abrigada vestimenta de las personas.

Por las adoquinadas calles del centro histórico se pudo apreciar un mayor número de ciudadanos que ya no usaban esta prenda, clave en la lucha contra la COVID-19.

A través de un conteo rápido que Diario El Mercurio realizó se contempló que 2 de cada 10 personas se encontraban sin mascarilla.

Así por ejemplo, Efraín Ordóñez, estudiante de Turismo, caminaba este viernes por el parque Calderón sin el cubre bocas, junto a sus compañeros de la Universidad de Cuenca, quienes continuaban usando esta prenda, a pesar del pronunciamiento de eliminar el uso obligatorio de la mascarilla en lugares abiertos y cerrados que la tarde del último jueves hiciera Guillermo Lasso, presidente del Ecuador, decisión que tomó el Comité de Operaciones de Emergencias (COE Nacional).

El universitario compartió que se sintió “un poco extraño” porque sentía que muchas personas lo observaban con cierto escepticismo.

No obstante recalca que seguirá usando la mascarilla en lugares cerrados, a manera de prevención, ya que este elemento ha sido clave para nunca contagiarse con el virus. “Mis compañeros bromean, dicen que vuelven a verme sonreír después de mucho tiempo, pero respetan la decisión que tomé…Creo que las personas poco a poco irán dejando esta prenda porque todavía el miedo está latente”, dijo.

Salomé Cabrera, uno de los acompañantes de Ordóñez, destacó que la decisión del Gobierno es acertada, pero personalmente utilizará la mascarilla en lugares cerrados. “A más de volverse una costumbre, porque para salir de casa lo primero que vemos es el cubre bocas, me sirvió para no contagiarme por lo que seguiré usándolo hasta que la situación este completamente controlada”.  

El martes se tomará una decisión

Pedro Palacios, alcalde de Cuenca, en declaraciones a los medios, sostuvo que el COE Nacional genera exhortos ante la situación epidemiológica, sin embargo, se debe recordar que los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) tienen autonomía.

En ese sentido destacó que está vigente la Ordenanza en la cual consta el uso obligatorio de la mascarilla. Sin embargo, anticipó que la Mesa Técnica de Salud prepara un informe correspondiente para que sea presentada este martes en el Consejo Cantonal.

“Con base en esta información, datos y estadísticas evaluaremos qué decisión tomaremos, que puede ser ratificar la utilización de esta prenda por unas semanas más, una modificación o una derogatoria de la misma”.

Palacios añadió que los elementos de la Guardia Ciudadana tienen aún la disposición de controlar el uso mascarillas.

De su lado, Andrés Vicuña, intendente general de Policía, sostuvo que la decisión del Gobierno de eliminar el uso de la mascarilla se tomó en base a los informes técnicos especializados en materia de salud.

En cuanto a los controles de la utilización de los cubre bocas, señaló que es competencia de la Guardia Ciudadana, sin embargo, hay que mantenerse expectantes  sobre las resoluciones que pueda tomar el Consejo Cantonal. “A partir de ahí, creo que el uso de la mascarilla quedaría en un plano estrictamente voluntario”.

“Tinte político”

Xavier Barrera, concejal de Cuenca, expresó que la medida de eliminar el uso obligatorio de las mascarillas que tomó el Gobierno Nacional obedece a un tema de orden político.

“Para nuestro criterio es aprovechar un momento de coyuntura para disuadir los conflictos internos del Gabinete y los conflictos sociales”.

A la vez recordó que en Cuenca hay una Ordenanza vigente desde el 16 de abril de 2020, que regula las medidas administrativas y de bioseguridad sanitaria, misma que podría ser reformada. Personalmente cree que los cubre bocas deben mantenerse en lugares cerrados.

En este contexto informó que la Mesa Técnica 2 de Salud se reunirá para realizar el respectivo análisis y presentar un informe al Consejo Cantonal, con el fin  de tomar las resoluciones que correspondan.

Sin embargo, el edil sostiene que quiere posicionar la idea de que mantener el uso de la mascarilla en espacios abiertos en nada afecta al proceso de reactivación económica de Cuenca porque los horarios de atención se extendieron y no hay restricciones vehiculares ni de aforos.

Barrera recordó que la Ordenanza contempla una multa del 25% del Salario Básico Unificado (SBU) a quienes no utilicen esta prenda. “La norma está vigente, pero no se va a sancionar…”.

Punto de vista epidemiológico

Andrea Gómez, epidemióloga, dio su punto de vista sobre la eliminación del uso de la mascarilla.

“Creo que hay un error de comunicación, sobre todo en el presidente Guillermo Lasso que habló de quitar esta medida en espacios abiertos y cerrados, lo que es un error porque se genera una falsa sensación de seguridad en la población, pues en otros países se mantiene esta prenda en escuelas, colegios, universidades, etc, para mantener el número de casos a la baja”.

La profesional añadió que el hecho de contagiarse puede producir síntomas a largo plazo y por ende la reducción de la presencialidad en los estudios y trabajos, más aun considerando que la COVID-19 deja varias secuelas.

“El discurso (de Lasso) fue triunfalista y no tomó en cuenta otras variables…Hay que tomar en cuenta que atravesamos una crisis sanitaria, no hay medicamentos, se ha reducido el personal sanitario, no se ha reforzado la atención primaria”.

Otro aspecto que preocupa a los académicos es el bajo porcentaje de vacunación con la tercera dosis que actualmente existe en el país y apenas llega al 34%.

“El jueves se habló de que Ecuador tenía uno de los mejores indicadores a nivel mundial, pero no es así, al menos en las cifras relacionadas con los refuerzos”, concluyó.