Iniciativas para rehabilitar

No todo es violencia y crimen en las cárceles del Ecuador.

En el mundo, miles de pasajeros se trasladan a diario de un lugar a otro en aviones, cuyos vuelos no son ninguna novedad.

Sin embargo, si cae un avión, independientemente de las fatales consecuencias, es noticia mundial. Hasta cierto punto esto tiene mucho de lógico.

Este parangón, con las diferencias del caso, puede aplicarse a las cárceles. Son noticia de primera plana y “bombardeos” – con morbo incluido- en las redes sociales cuando ocurren motines, peor si derivan en masacres como las sucedidas en los últimos meses.

Entonces, vale destacar el proyecto del Instituto de Fomento a la Creatividad y la Innovación cuya finalidad es exhibir y promocionar los productos artesanales y literarios realizados por los reclusos.

El proyecto se denomina “Rehabilitación Social”, y lo hace con el apoyo del Ministerio de Cultura.

Los reclusos, por sobre todas las cosas, son seres humanos. Sin infringieron ley y han sido sentenciados por juez competente tras el debido proceso, tienen derecho a rehabilitarse mientras cumplen la condena.

El Estado, pese a las buenas intenciones, ha descuidado ese rol. Por eso las cárceles, lejos de ser centros de rehabilitación social, son eso: simplemente cárceles, “bodegas humanas” como alguien las llamó, si bien la parafernalia oficial las denomina Centros de Privación de Libertad.

Aquel proyecto en su primera convocatoria tiene dos categorías. Uno: se quiere dar identidad visual y hacer circular los trabajos artesanales, elaborados en talleres de formación, impartidos en tales Centros.

Dos: publicar revistas cuyos contenidos serán cartas, poemas, cuentos, dibujos y otros manuscritos originales de los reclusos.

Para ambas categorías habrá 44 mil dólares. Se los invertirá en el desarrollo de proyectos, cuyas propuestas se presentarán hasta el 10 de junio de 2022.

Es una iniciativa destacable. Los grandes logros se consiguen pieza por pieza. El relatado no será la excepción pese a la magnitud del problema.