Recuerdan a los long play

Eduardo Sánchez Sánchez

Cuántos gratos recuerdos de la música están embebidos en nuestras vidas como imborrables por traernos a la memoria enamoramientos, fiestas, bailes, modas, chicas, festivales como el San Remo, WoodStock, los famosos Beatles, Carlos Santana, Sandro, Roberto Carlos, Leonardo Favio, Los Ángeles Negros, nuestros Pasillos con el Dúo Benítez y Valencia, Los Emperadores, Los Embajadores, Los Miño Naranjo, etc. Larga lista de músicas e inolvidables temas que forman parte de la historia de cada ser humano en base a que fraguó en sus vivencias letras, tarareos y canciones, aprendimos a cantarlas con rasgado elemental de guitarra o las teclas de un piano y con la alegría de esos dorados años de juventud, las fiestas de las quinceañeras, las películas musicalizadas, presencia de artistas en las fiestas de Cuenca y con sede en su recinto ferial del Centro Agrícola Cantonal, el Club del Azuay.

Debo referirme a Thomas A Edison, quien fue el primero en patentar el fonógrafo en 1877, cuyo funcionamiento era para una sola vez en virtud de ser cilindros recubiertos de cera. El húngaro Peter Goldmark inventa el disco de vinilo que populariza a la música en 1948, con 21 minutos de duración por cara, más calidad y velocidad de 33 y 1/3 rotaciones/minuto, que podía contener 45 minutos de sonido, lo cual mejoró sustantivamente a los discos de goma laca, de una sola canción. El álbum más vendido con 66 millones de copias es “Thriller” de Michael Jackson en 1980. El día del disco de vinilo se celebra cada 12 de agosto. Fue difícil la adquisición de estos mágicos transportadores de sentimientos y alegría, cuando muchachos debíamos ahorrar de los fiambres escolares para alcanzar los sucres que costaba un ejemplar. Más tarde, en los años ochenta, perdieron espacio con la llegada del disco compacto, hoy casi extinto con la memoria USB y el océano de música a nuestra disposición. (O)