¿Regresamos?

José Chalco Salgado josechalcosalgado@gmail.com

            Todos querían. Todos esperábamos. Todos anhelábamos. Cuándo pasará; cuándo cambiará la realidad; cuándo se acabará el encierro; cuándo la mascarilla se sacará.

            Parece que todos los requisitos de forma sucedieron. El viento cambió, los tiempos mostraron una nueva realidad y óptimas circunstancias. Pero también se visibilizaron los problemas propios de una realidad escondida: la violencia, la pobreza, la corrupción gubernamental y la delincuencia. Todo se mostró en la nueva fórmula que tocó aprender. Nada quedó escondido para la sociedad.

            Pero llegó el momento que se quería, que se esperaba, que anhelábamos. Cambió la realidad, se terminó el encierro y la mascarilla se botó. Todo cambió. O parecía que así sería. Pero ¿regresamos?

            No. No regresamos a la misma forma de entender y comprender la vida. La conciencia por la pausa y el cuidado del otro se ha hecho presente. En muchos casos para siempre. El pensar con más fortaleza en el hoy antes que en el incierto futuro ha sido otro nuevo entendimiento de la vida. Abandonar los inmediatismos para creer en la serenidad y rechazo al vértigo. Hay virtudes de cuidado y amor. Hay apegos y fortalezas junto al otro.

            Pero no para todos ha sido igual. La salud mental pasó factura. Los estudios muestran que hay desorden, ansiedad, incomprensión, ruptura, violencia, depresión y un sentimiento de ausencia. Las redes sociales, ingrato favor han hecho para aportar a este problema. Pero no es todo. Se ha agravado la situación de las cárceles, de la gobernabilidad y seguridad del país. El calentamiento global no ha perdonado ningún espacio territorial.

            En medio de esto, en verdad ¿regresamos? A dónde. O mejor dicho, ¿a dónde vamos? Aún mejor: ¿regresaremos? Claramente, no. (O)