Alemán

Aurelio Maldonado Aguilar

Nuestro país es un bello intento de estado y un remedo pintoresco de democracia. Se suscitan cosas tan extrañas y pueriles, que bien podríamos ser un cuento mágico de borregos con colitas de cerdos y apariciones de santos gobernantes que encantan con sus cuentos y roban a manos llenas, con el beneplácito de una inmensa parte, que muy a pesar de las evidencias clarísimas y reiteradas, creen en estos hábiles ladrones y los idolatran.

Son tan mágicos que el mayor tunante del litoral ecuatoriano es belga y le ampara este país dándole asilo, muy en contra de que ellos saben y bien que es un delincuente de altísimo vuelo y reo de variados delitos.

Resulta que en unas horas decidirán si don vidrio regresa a la cárcel con su pelo sembrado y su arete, si no se fue ya de bananolandia, porque resulta que es alemán en doble nacionalidad y no se admiren que le den un cómodo asilo, estilo Assange en Nuremberg. Mientras esto pasa, como en un cuento de hadas, doña LLori se sostiene en la asamblea a “punti” cierre de sesiones, apenas huele que pueden destituirla y la inoperancia de ese grupo, se solaza en dimes y diretes, cambio de camisetas y muy imaginativos negocios de toma y daca de votos y favores.

Pero como Lasso viene de visitar el muro de los lamentos en el avión que juró en campaña nunca usarlo, lo vende en sus sueños a Colombia y no tarda Duque en descolgarlo, asegurando que él no comprará ni el escape de la aeronave.

Mientras tanto, de una manera insólita se roban armas del rastrillo de la policía encargada de custodiarlas, diciendo que se sustrajeron en forma sistemática y repetida a lo largo de buen tiempo.

Como no podían quedarse atrás sin chismes y conflictos, el presidente de la corte de justicia, dice grandilocuente, que retirará la terna mandada al consejo de participación ciudadana porque se está fraguando una nueva metida de mano a la justicia, mientras que Ulloa el cuestionado presidente, asegura que es tieso y no se dejará mangonear por nadie.

Así preparan el asalto a los poderes del estado claves como la contraloría, fiscalía, etc. donde nuestra fiscal, Dianita, les da cátedra de derecho y honestidad. (O)