Logran reducir las cepas de las bacterias de la piel que causan el acné

Mediante una terapia con bacteriófagos es posible modular la composición de las cepas de las bacterias que causan el acné. Foto EFE

Investigadores del grupo de Biología Sintética Traslacional de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) -de Barcelona-, de la empresa S-Biomedic y de la Universidad de Lund (Suecia) han logrado manipular el microbioma de la piel y usar virus bacteriófagos para reducir las cepas de las bacterias que causan el acné.

La investigación, liderada por Marc Güell, ha demostrado que mediante una terapia con bacteriófagos es posible modular la composición de las cepas de las bacterias que causan el acné a lo largo del tiempo sin afectar al resto de bacterias de la piel que tienen características beneficiosas.

Güell explicó que el microbioma de la piel está formado por múltiples organismos como bacterias, virus y hongos que viven en equilibrio y, algunas enfermedades de la piel, como el acné vulgar, se asocian con sus alteraciones.

La bacteria Cutibacterium acnes (C. acnes) es la más abundante en la piel humana y existen diferentes cepas de esta bacteria, algunas predominan en la piel sana y otras se asocian al acné, que es una enfermedad multifactorial.

«En la piel sana existe un equilibrio y en el acné hay un cambio en la abundancia de ciertas cepas, lo que produce un desequilibrio conocido como disbiosis», indicó Güell.

Por eso, usar tratamientos antibióticos no es óptimo, ya que suelen matar a las diferentes cepas de C. acnés e incluso a otras bacterias de la piel, y alteran el equilibrio de esta.

Los investigadores han probado una nueva aproximación que consiste en manipular el microbioma para conseguir una potencial estrategia terapéutica para el acné sin afectar a su equilibrio.

Esta estrategia se ha basado en uno de los organismos que se encuentran en el microbioma de la piel, los bacteriófagos, virus que infectan a las bacterias y que pueden contribuir a regularlas.

«Hemos demostrado que, mediante la terapia con bacteriófagos, es posible modular la composición de las cepas de C. acnés a lo largo del tiempo. Podemos reducir las cepas asociadas con acné sin afectar a las que tienen características beneficiosas», resumió Güell.

Para atacar a estas cepas específicamente mediante los bacteriófagos los científicos se basaron en un mecanismo que precisamente tienen las bacterias para prevenir infecciones.

«Este trabajo nos puede ayudar a modular de forma más eficiente el microbioma, tanto para eliminar cepas no deseadas como para facilitar la introducción de nuevas bacterias terapéuticas», concluyó Güell. EFE