El estado de excepción decretado hace un mes en las provincias costaneras de Esmeraldas, Guayas y Manabí, lejos de traer la calma al país, ha desencadenado en actos violentos que no han sido frecuentes en el país, como la explosión de coches bomba que se produjeron en la ciudad de Esmeraldas y en Guayaquil.
Sin embargo, las autoridades coinciden en que este tipo de acciones estaban previstas, pues son la respuesta de las organizaciones criminales ante el ataque que están teniendo de las fuerzas del orden.
“Desde hace dos meses empezamos a ver actos de terrorismo menor, incluidos los vehículos incendiados, como reacción a la actividad del Estado, pero no por eso vamos a dejar de desactivar las bandas criminales”, advirtió Patricio Carrillo, ministro del Interior.
Aunque las organizaciones delincuenciales se han ensañado, evitando que el estado de excepción rinda mejores frutos, Carrillo calificó el accionar policial como positivo, pues ha cumplido la misión que se plantearon: la de contención.
“Los resultados no se van a ver de la noche a la mañana, este primer mes ha sido de contención, esperemos que con las acciones concretas que estamos emprendiendo, se van a ver resultados”, afirmó Carrillo.
En este tiempo, la Policía y las Fuerzas Armadas han realizado 135.554 operativos y 116.976 controles a vehículos, que han dejado a 42 grupos criminales intervenidos, 2.993 detenidos, 376 armas decomisadas, 172 autos recuperados, entre otros.
Por su parte, Fausto Salinas, comandante general de la Policía, afirmó que lo que se debe resaltar de este mes del estado de excepción es que se ha detenido la tendencia de crecimiento de la violencia, pues si bien los indicadores no se han reducido en algunos delitos como las muertes violentas y el robo a personas, que son los que más preocupan a los ciudadanos, tampoco se han incrementado como lo venían haciendo.
Salinas además resaltó que los mejores resultados obtenidos en este tiempo son los relacionados con el combate al narcotráfico, en este mes se han incautado 5.000 toneladas de droga y en lo que va del año suman 90.000 toneladas.
Decepción
Para Mario Pazmiño, experto en temas de seguridad, las estrategias empleadas por el Gobierno durante el estado de excepción han sido erradas, pues se han centrado en el combate a la delincuencia común, desconociendo que el problema es integral y que está principalmente en las fronteras; pero, sobre todo, ha iniciado una lucha con recursos económicos escasos y personal reducido, superado largamente por las bandas delincuenciales.
“La mejor descripción de esta confrontación entre el crimen organizado y el Estado es que el primero está bien estructurado, equipado y le sobran recursos económicos y, el segundo, está en una desorientación e improvisa ción total. Es por ello por lo que la población habla no de un estado de excepción sino de un estado de decepción”, afirmó Pazmiño.
Plan de fortalecimiento policial
Con los 1.200 millones de dólares ofrecidos por el presidente Guillermo Lasso, la Policía planifica implementar el Plan de Fortalecimiento y Modernización que, según explicó el comandante general, Fausto Salinas, tiene cinco ejes: fortaleci miento del talento humano, con la incorporación de 30 mil uniformados; equipamiento; tecnología; capacitación en Derechos Humanos; servicios modernos y dinámicos, con evaluación de desempeño individual.
Adicionalmente, se requieren cambios en otras instituciones, el ministro del Interior señaló que se mejorará la capacidad operativa de las agencias metropolitanas de tránsito municipales; se devolverá las atribuciones a la Dirección de Aviación Civil, para que contenga las narcoavionetas y dé una alerta temprana. Quito.- (ASM)-(I)
