¡Payasada!

Juan F. Castanier Muñoz

La caravana de más de 60 vehículos oficiales que acompañó a la alcaldesa de Guayaquil para asistir, el lunes pasado, a una reunión de autoridades seccionales en la capital de la república, convocada por el Jefe de Estado, nos parece una payasada monumental, “digna” de un país del guineo. Los vehículos en mención pertenecen al Departamento de Movilizaciones, Promociones Electorales y Bloqueo de Pistas de Aeropuertos, del municipio de Guayaquil, y sus tripulaciones, perfectamente uniformadas y armadas al estilo “rambo”, en número de cinco o seis personas por camioneta, integradas por empleados del cabildo porteño, que tuvieron que realizar el largo y riesgoso periplo para darle gusto a su “jefa”, formando parte del show que ella y sus asesores montaron, con dinero absolutamente ajeno.

Preguntada  fue la alcaldesa por los periodistas sobre el motivo de semejante movilización y despliegue logístico, dijo, más o menos, que lo había hecho para mostrarle al presidente Lasso cómo se lucha contra la inseguridad. ¡Pero que patrañada, que poco sentido común! Si lo que intentaba realmente es mostrarle al presidente Lasso sus ejecutorias, a través de semejante caravana, ¿por qué no mandó a tomar unas fotos de las 60 camionetas, con empleados y todo, y se las mandó al primer mandatario, sin necesidad del largo viaje? O, mejor aún, organizaba la caravana en una de las avenidas de Guayaquil, filmaba un video y se lo enviaba al presidente, con las luces de las chirimoyas y el ruido de las sirenas incluido.

Ahora, más allá de lo injustificable ante la opinión pública de semejante traslado de vehículos y empleados, ¿cómo va a explicar la señora alcaldesa a la Contraloría sobre los motivos legales para que camionetas del municipio guayaquileño, hayan salido de los límites cantonales para trasladarse a Quito? ¿Qué cuánto nos resultó costando a los ecuatorianos el capricho de la señora y sus asesores? ¿Dirá tal vez que intentaron llegar a las celebraciones del 24 de mayo, pero que llegaron atrasados, porque estaban dando los últimos toques al nuevo look de la burgomaestre y de su séquito, ruidoso, motorizado y financiado con dinero público? (O)