El movimiento indígena

Análisis político Marco Salamea Córdova

El último paro que vivió el país puso nuevamente en el protagonismo de la lucha social al movimiento indígena; y decimos nuevamente puesto que este movimiento, ya desde inicios de los años noventa del siglo XX, generó acciones de reclamo y protestas por sus reivindicaciones, y de otros sectores de la sociedad, frente a los diversos Gobiernos de turno. Y si bien se trata de un movimiento que tiene como expresiones a organizaciones como la Federación ecuatoriana de indios (FEI), la Federación nacional de organizaciones campesinas, indígenas y negras (FENOCIN) y a la Federación ecuatoriana de indígenas evangélicos (FEINE), es la Confederación de nacionalidades indígenas del Ecuador (CONAIE) la organización más fuerte y representativa.

Recordemos que la CONAIE se convirtió en fuerza social a raíz de su primer levantamiento que, enarbolando reivindicaciones de carácter étnico y territorial, ocurrió en 1990 (durante el Gobierno de Rodrigo Borja); posteriormente se evidenció como una fuerza política, al tener una participación protagónica en las movilizaciones contra los Gobiernos impopulares de Bucaram, Mahuad y Gutiérrez.

Luego, si bien la CONAIE y otros movimientos populares apoyaron inicialmente al Gobierno de Correa; sin embargo, las divergencias políticas entre este Gobierno y la CONAIE llevó a esta organización a la oposición, sufriendo incluso algunos intentos de división.

Durante el régimen de Moreno, la CONAIE reactiva la movilización social y política que la había caracterizado en décadas anteriores; una movilización cuyo punto más alto se dio con el paro nacional de octubre de 20019, cuya causa fue la abrupta e inconsulta eliminación de los subsidios a los combustibles y que obligó a Moreno a dar marcha atrás en esta eliminación.

En la coyuntura actual, con el Gobierno de Lasso, la CONAIE se ha presentado una vez más como la principal fuerza social de oposición, sobre todo cuando el Gobierno ha optado por buscar profundizar el modelo neoliberal-monetarista, que estuvo vigente en el país desde inicios de los 80 hasta los primeros años del siglo XXI. Luego del paro de 18 días y que terminó en un diálogo y acuerdo con el Gobierno, la CONAIE espera que sus demandas se procesen a través de un conjunto de mesas técnicas. (O)