Coherencia y competencia

Andrés Martínez Moscoso @andresmartmos

Ecuador se alista para unas nuevas elecciones, en este caso el proceso que escogerá a las autoridades de los gobiernos seccionales podría ser la oportunidad para que movimientos y partidos políticos se reivindiquen, o en su defecto, que sus candidatos no caigan nuevamente en una competencia de promesas y ofertas imposibles de cumplir.

Y es que, en los últimos años, en las distintas ciudades y provincias del país, el debate se ha centrado en ofertas demagógicas que, en muchos casos, no son ni siquiera de la competencia del gobierno provincial o municipal al cual aspiran a representar.

Por ello, es importante que desde la ciudadanía y el tercer sector (organizaciones no gubernamentales o la academia), se organicen durante este período, iniciativas tipo observatorios que estén atentos para analizar los planes de trabajo, su pertinencia, y por supuesto que sean propios del ámbito de su competencia.

A nivel internacional, e incluso nacional, conocidas son las iniciativas de verificación de hechos o“fact checking”, cuyo propósito es comprobar si la información que se publica es verdadera o falsa, así como se encargan de desmentir las declaraciones o los datos que consignan los políticos durante el proceso de campaña.

Este tipo de emprendimientos son realmente útiles en tiempos en los cuales las campañas políticas han migrado de lo análogo a lo digital, y dónde los bots (cuentas automatizadas de redes sociales, administrada por un algoritmo y no por una persona natural) y trols (persona o grupo de personas, que se esconde detrás de una identidad falsa en la red, con el propósito de provocar o crear polémica), intentan posicionar información irreal como verdadera, e incluso calumnias en contra de actores políticos.

Elevar el nivel del debate político, no depende solo de los ciudadanos, sino también de los candidatos, quienes deberían comprometerse a presentar planes de gobierno coherentes y realizables, dentro del ámbito de sus competencias, y a trasmitirlos de una manera transparente y respetuosa, con el fin que lo que se confronten sean ideas y propuestas, y que las próximas elecciones no se conviertan en un intercambio de pasquines digitales.

En mi opinión, es tarea de todos mejorar la calidad de los procesos electorales, cuyos resultados serán vistos con el fortalecimiento del Estado de Derecho, y por supuesto con mejores autoridades que cumplan con lo ofrecido durante la campaña. (O)