Con juegos tradicionales se festejó los 26 años del oro olímpico

Juegos tradicionales marcaron la celebraciòn del Día del Deporte Ecuatoriano. Cortesìa FDA

Jefferson Pérez participó de la tradicional carrera a cinco pies, haciendo trío con los concejales Omar Álvarez y Fabián Ledesma. Él tomó la iniciativa, rompió el protocolo y se ‘robó’ los aplausos de los presentes en los interiores del coliseo Mayor de Cuenca. Hubo cientos de alumnos de las colonias vacacionales.

El medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, en la prueba de 20 kilómetros marcha, se sacó la leva e invitó a los concejales a participar. También intervinieron otros dos tríos liderados por Edwin Loyola y Justiniano Romero, presidente y administrador de la Federación Deportiva del Azuay, en ese orden.

Así lo celebró Pérez los 26 años de la obtención del primer título olímpico para Ecuador y a su vez, el Día del Deporte Ecuatoriano que se instauró en 1997 para conmemorar su hazaña histórica. El exmarchista cuencano conversó y se fotografió con todos quienes se acercaron para saludarlo.

Durante su intervención, aseguró que: “Hoy celebramos el día de los sueños, cuando creemos que los sueños se pueden convertir en realidad con esfuerzo, sacrificio y ayuda”. A los alumnos de las colonias vacacionales recomendó seguir los principios de honestidad, solidaridad, respecto y transparencia, que quedarán impregnados para siempre en el corazón, en la mente y en el espíritu.

Loyola, por su parte, recordó que el 26 de julio de 1996 Jefferson Pérez marcó un antes y un después en el deporte nacional. “Demostró que los sueños están al alcance de todos. La medalla olímpica ha tenido un efecto multiplicador al hacernos creer en nosotros mismos, que los límites nos ponemos nosotros”.

Antes y después del acto protocolar se realizaron diferentes actividades deportivas, especialmente juegos tradicionales con los alumnos de las colonias vacacionales. En la mesa Directiva también estuvieron la basquetbolista Anahí Astudillo, la velocista Valentina Barzallo y la microtenista María Alejandra Abril. (MQ)-(D)

ENTREVISTA A JEFFERSON PÉREZ

“Ya tengo a mis hermanos menores del olimpismo”

Tras 26 años de la medalla olímpica, ¿Cómo ha visto el avance del deporte ecuatoriano?

Maravilloso y no solo por las nuevas medallas olímpicas, sino también porque la ciudadanía ha entendido la necesidad de hacer actividad física como una acción integradora socialmente. Feliz de la vida. Hay una historia antes de 1996 porque la realidad actual es distinta y tan agradable para una sociedad más unida.

¿Cómo se siente cuando los deportistas o dirigentes dicen que Jefferson cambió el chip al deportista?

Uno debe reflexionar sobre las obligaciones que tiene como ciudadano y saber cómo tiene que aportar al engrandecimiento de todos. Me siento agradecido con toda la gente, creo que cada vez necesitamos prepararnos para nuevas plataformas.

¿Las medallas olímpicas implican que existe un avance?

Desde luego, en la actualidad los deportistas van a los Juegos Olímpicos con el objetivo de ser medallistas porque saben que es posible, ya lo demostraron otros ecuatorianos. En mi generación no teníamos esa suerte. Ahora el trayecto ya está trazado, alguien lo recorrió.

¿Qué sintió cuando dejó de ser el único medallista olímpico de Ecuador?

Felicidad absoluta, infinita, ya no soy el huérfano, ya tengo a mis hermanos menores del olimpismo, quienes también van caminando y construyendo. Gracias y felicitaciones a Richard (Carapaz), Neisi (Dajomes) y Poleth (Méndes), quienes ya están en el podio olímpico de oro.

¿Cómo analiza al deporte azuayo en la actualidad?

Siempre habrá cosas que mejorar, pero Azuay fue el pionero en medallas olímpicas. También nos damos cuenta que somos mejores en muchas actividades y hay que seguir mejorando al mismo tiempo.

¿El tema de apoyo ha mejorado?

Hay cosas que hay que mejorar, no es posible que en el siglo 21 no tengamos una pista sintética. Ahora veo que las federaciones dan un médico, masajista y eso es importante. Hay cosas que han mejorado y otras que debemos mejorar. (MQ)