Responsabilidad política

Carlos Castro Riera

La descomposición institucional del Estado es resultado de la mala calidad de la política, falta de preparación de los Asambleístas, corrupción y débil formación de algunos jueces y fiscales, arbitrariedad en la administración pública y la crisis de los partidos políticos.

El ejercicio de la política requiere investigación y formación para dar solución a los problemas del país y no se diga para legislar y fiscalizar para no tener asambleístas que, a más de su ignorancia y falta de ética, carecen de elemental lógica y hasta de sentido común.

Que todos tienen derecho a ser elegidos es una cosa, pero también tienen el deber primero de ser honrados y prepararse como se hace para toda actividad humana como cocinar, cultivar, construir, conducir y cualquier otro oficio, arte o profesión. La democracia se basa en el respeto a la ley y los derechos, pero, ante todo en el cumplimiento de los deberes ciudadanos. Ya decía Montesquieu la democracia tiene como principio la virtud.

En el caso de los jueces y fiscales lo primero que demanda la ciudadanía es la rectitud y fortaleza ética a lo que debe sumarse la educación y formación en la jurisprudencia (el derecho vivo), el derecho constitucional, fundamento de las demás ramas jurídicas, y el conocimiento especializado, tema que nos recuerda la necesidad de que funcione a cabalidad la Escuela de la Función Judicial en coordinación con las Facultades de Derecho.

En el ámbito de la administración pública la tragedia del país es la violación permanente del principio de legalidad o si se prefiere de juridicidad, es decir de motivar los actos administrativos con apego a la Constitución, otras fuentes del derecho y la ley formal con primacía en los derechos favorables al administrado. Esta exigencia es mayor en los organismos de control para evitar la arbitrariedad, la discrecionalidad y la contaminación politiquera. Digamos la corrupción.

Ahora bien, en el fondo la responsabilidad por la mala representatividad política de los asambleístas comparte los partidos por no escoger bien sus candidatos y los electores. Los partidos porque están cruzados por el populismo y no hacen formación política y los electores por su débil educación ciudadana. Hay mucho que cambiar el sistema político del país. (O)