Víctimas de desapariciones forzadas

Hugo Lucero Luzuriaga

El 30 de agosto de cada año y a partir del 2011 se celebra el “Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas”, fecha propuesta por la ONU ante el  incremento preocupante, en todo el mundo, de desapariciones de seres humanos, mismas que violan muchos derechos y que tienen como protagonistas a secuestradores provenientes  desde miembros de una misma familia hasta estados y naciones pasando por narcotraficantes, terroristas, políticos, violadores, delincuentes y más sujetos que victimizan sin importar la vida de los demás.

Siendo un problema mundial, hoy en nuestro entorno se dan cada vez con más frecuencia las desapariciones que tienen preocupados a los ecuatorianos, al mismo tiempo que se incrementa el narcotráfico, la inseguridad y el terrorismo, sin que se conozca su real incidencia por el temor a hablar o comunicar por parte sobre todo de las víctimas, siendo el callarse una maldita estrategia. Al referirnos a nuestro medio nos planteamos algunas interrogantes como: ¿Cuántas mujeres han desaparecido y que han terminado en feminicidios? ¿Cuántos ciudadanos han salido libes del secuestro luego de pagar cuantiosas sumas de dinero? ¿Cuántas desapariciones quedarían como tales y que hasta ahora los familiares buscan y lloran las ausencias? Es de anotar que cuando las mujeres son las desaparecidas, ellas son más vulnerables a sufrir de violencia sexual terminando las más de las veces en feminicidio. Las desapariciones como un problema mundial tienen una frecuencia creciente, siendo su incidencia desconocida a sabiendas de que por medio existe el ocultamiento y hasta la negación por no “arruinar” ciertos tratos con los secuestradores o afines.

A propósito de desapariciones, he de recordarles que algunos que se creía que estaban desaparecidos, se conoce que estaban “solo” escondidos y que están a buen recaudo en países como: Venezuela, Bolivia, México, Bélgica y Perú.

Terminamos preguntando y preguntándonos: ¿DÓNDE ESTÁ EL PERIODISTA GUALACEÑO FERNANDO LEÓN?… (O)