Un loco convencido

Cecilia Ugalde

Los científicos han advertido desde hace muchos años que el tiempo se agota y que es preciso tomar medidas cuanto antes para luchar contra el calentamiento global, sin embargo, a pesar de toda la evidencia científica que demuestra que, en efecto, nuestro planeta se está calentando, y de todas las consecuencias que esto implica, muchos niegan este cambio climático, y rechazan esta evidencia científica. Así como muchos rechazan el efecto de las vacunas, tal como en su momento se rechazaron la teoría de la evolución del hombre, o las afirmaciones de que la tierra es redonda, un hecho que aún algunos se resisten a creer.

Se han encontrado varias razones para esa actitud de incredulidad frente a los hallazgos científicos, una de ellas es que a veces percibimos la información como incompleta o cambiante, lo que simplemente es el resultado de que la ciencia es dinámica, se construye sobre nueva evidencia, sobre resultados que muchas veces completan, modifican o profundizan información anterior, el COVID-19 es un ejemplo de la ciencia en construcción. 

Es imperante que se mejore la educación científica. Tengamos en cuenta que nuestra identidad social determina en gran medida nuestra apertura hacia la información que recibimos, identidad que puede verse influida por gran cantidad de información falsa o no verificada recibida a través de las redes sociales, y que, a fuerza de repetición nos convence de su veracidad, convenciéndonos también de que todos creen o deberían creer lo mismo, independientemente de cualquier evidencia científica en contra. Ya lo dijo Ortega y Gasset: “Cuando un loco o un imbécil se convence de algo, no se da por convencido él sólo, sino que al mismo tiempo cree que están convencidos todos los demás mortales”. (O)

@ceciliaugalde