Algo tenemos que hacer…

Hugo Darquea López

En estos días un delito cometido en un recinto policial por un policía que asesina a su esposa se acusa como delito de Estado. Desmesura o tergiversación, pero son los hechos registrados.

El ex ministro Carrillo, que a criterio de muchos cumplió su deber es defenestrado, el sindicado Iza con un juicio declarado nulo sale avante. Pero debemos recordar que el gobierno y las funciones del Estado deben cumplir su papel fundamental que es gobernar, legislar y administrar justicia con acierto, eficacia y probidad.

Todos tenemos el deber cívico de cumplir nuestras obligaciones ciudadanas. Se anuncian jornadas de conflictos, cuando lo primero es pensar que somos parte de la misma Patria, por eso comencemos por sentirnos y sabernos unidos en el similar propósito de lograr el bienestar para el Ecuador.

Queremos trabajo para los desocupados, legislemos entonces un sistema laboral que garantice el trabajo por horas y priorice la ocupación digna con salarios y jornadas que atiendan las realidades productivas.

Abramos nuevas empresas, garantizando la seguridad plena para las inversiones necesarias. Así lo hacen los Estados bien administrados, algunos sin la riqueza de nuestro País pero que superaron la falacia y oposición contumaz de la demagogia.

Apliquemos los prerrequisitos imprescindibles que exigen en justicia que los delincuentes cumplan las sentencias, se elimine de raíz la corrupción, el crimen organizado, la narco-delincuencia, superando la ignominia del delito común.

Apliquemos la ciencia y las tecnologías para generar el progreso. Y, por sobre toda consideración, hagamos posible un sistema único de valores sustanciales.

Vivir de espaldas a la realidad practicando la impunidad de los delincuentes y la quimera de los falsos paraísos nada positivo logra. (O)