Sui generis el nombre con el cual bautizó el Dr. Hugo Calle G. a su obra que relata una hermosa tarea en un ser humano que decidió ser Galeno sin descuidar otras facetas que adornan su personalidad y dan brillo a su tránsito terrenal. Riqueza en términos de abordar el arte de las ciencias médicas que busca mitigar el dolor, prevenir el mal, que batalla con la muerte y a favor de la vida. Innúmeros médicos han cultivado y con verdadera pasión, artes variados que reflejan el acervo de un pulido ser humano, necesitado de mirar al mundo con su magnificente estética, con su gigante sabiduría y con su sed de arte; como poesía, novela, pictórica, música, etc. Debemos interpretar que el ser humano se recrea con el culto de lo armonioso, cuando emplea la materia, la imagen o el sonido. Por etimología, el arte en latín significa “técnica” y, por ello, la herrería fue antaño considerada así, al igual que la pintura, la poesía o la música. Esta requiere de habilidad para conseguir excelencia y pericia, por ello se habla del arte de la política o de la guerra. Pero también el amar es un arte, debemos pulirlo con gran criterio y tesón.
Cuenca es cuna de disciplinas, desde una naturaleza ribeteada de ríos convertidos en venas de vida que dan puntadas de arte en suelo mesopotámico en ciudad de montaña, pulida por perlas de oro azul engendrado en crestas andinas de génesis de vida y elegancia. Con personajes que dan brillo y amor a su existencia con el cultivo dual de médicos y artistas, poetas y escritores, amigos de lo bello y de la vida, soldados de la salud y cultores de la versatilidad que alimenta el espíritu.
Que no sea el polvo del tiempo el factor de opacidad para distinguidos profesionales que legaron ejemplo a seguir y, por ende, perennizar el accionar polivalente y lleno de riqueza de la noble profesión, iniciando con ciencia, humanismo y cultivo de artes. (O)
