¿Nueva etapa del IESS?

Mario Jaramillo Paredes

En los primeros días de este mes, el presidente de la República firmó el Decreto Ejecutivo con el cual expide el reglamento para la designación de los representantes de los asegurados y empleadores ante el Consejo Directivo del IESS.

Para dar cumplimiento a este Decreto, la elección de los dos nuevos vocales deberá darse en el término de 15 días.

Los vocales que quedan fuera de sus funciones vienen desempeñando esos cargos por una década, contrariando las normas que dicen que el período durará cuatro años. Para nadie es un secreto los graves problemas que ha tenido el IESS en estos últimos años, problemas que amenazan con quebrar a esta Institución de enorme importancia en el país.

Empleadores y trabajadores en un proceso inédito se reunieron en seguida de conocer este Decreto y resolvieron proceder a la elección, con lo cual podría iniciarse una nueva etapa que acabe con los grandes males que ha tenido la institución por la desastrosa gestión de los vocales anteriores, que en varios casos inclusive boicotearon los planes de varios presidentes y directores.

Ellos eran los eternos y hacían mayoría frente a un solo delegado presidencial. Los directores eran funcionarios de paso que duraban poco.

Empleadores y trabajadores acaban de resolver que, además de dejar sus funciones los dos vocales, deben responder por sus actuaciones y rendir cuentas. En un país en el cual la impunidad es la norma, no es raro que se vayan sin responder por lo hecho.

Más aún, el Presidente de la República señaló -sin rodeos- que existe la posibilidad de que uno de esos vocales cobraba comisiones para pagar a los hospitales y clínicas privadas que brindan sus servicios al IESSS.

Ojalá algunas de esas clínicas denuncien lo que sufrieron.

Es notorio que existen dos IESS. Uno el positivo conformado por médicos y profesionales de la salud de alta calidad, así como de funcionarios probos que hacen lo que pueden para remediar las falencias institucionales.

El otro IESS es el de los pillos que han hecho negocio de la salud y aquellos que en varios gobiernos quebraron a la institución. (O)