Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social

María Eugenia Moscoso C.

Nuevamente, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, IESS, aparece en titulares con mayúsculas, sin una salida acertada. El balance económico de esta institución corre en rojo, desde años atrás y, ahora surge el problema de las auditorías que están represadas y que, por tanto, impide los pagos en forma oportuna.

Más de cinco millones de atenciones no cuentan con dichas auditorías y, consecuentemente, se detienen los pagos, en razón de que los enfermos son derivados a otros centros de salud y es así que, el trabajo de revisión de costos de esas atenciones y el concomitante pago de dichas facturas se obstaculizan. Es urgente que esa inmensa cantidad de casos no auditados y no cubiertos sean asumidos por el IESS, oportunamente. El IESS debe ser una entidad de ágiles movimientos y no puede detenerse de la manera que se muestra a la luz.

Los distintos niveles de atención ambulatoria, de emergencia, hospitalización, prehospitalización, hemodiálisis demandan por una atención rápida. No es posible que la obligación de los directivos de esta institución desmaye produciendo prejuicios en los miles de afiliados. Es verdad que el número creciente de afiliados que se incorporaran en el gobierno anterior, complica la rápida atención, pero no es posible bajar su ritmo porque la salud tiene que ser asistida de manera inmediata y el sistema de empleados y funcionarios deberá rendir al máximo para beneficio de los enfermos con derecho a una rápida atención.

En la dimensión de valores impagos, debe destacarse también el caso de Solca que sobrepasa los cien millones desde años atrás. El exceso de burocracia es sensible en razón de la injerencia política de años atrás que se colocó personal innecesario que absorbe valores ingentes, sin ofrecer los resultados esperados. ¡El IESS demanda por atención urgente y cambios indispensables en su trajinar diario, que posibiliten un mejor movimiento de la economía de la institución! (O)