Otra salida de escándalo

Gerardo Maldonado Zeas

La salida de Glas constituye otra afrenta grave a la dignidad nacional, y una violación a todos los principios constitucionales y legales. Otra vez un escondido entre los arrabales del descrédito jurídico, el juez Emerson Curipallo, de la Unidad Penal de Santo Domingo, le concede una medida cautelar, sin ningún sentido, análisis, ni racionalidad, revelando la fotografía que muestra el fondo oscuro en el que han caído muchos jueces “maniquís de sastre” a la medida de los corruptos

Glas sale libre por supuestas “incomodidades” de la cárcel 4 que “atentan a su salud”. Primero situación imposible de creer por el evidente estado rozagante de su rostro; y luego sin realizar la reparación integral y sin “dilaciones” al Estado ecuatoriano que es la víctima de los delitos, por aplicación del art 78 de la Constitución, cuando observa lo concerniente a la restitución e indemnización que debe ser ejecutada en el plazo máximo de 30 días. En este caso Glas debe reparar más de 12 millones de dólares., y por supuesto no lo ha hecho, ni lo hará.

Sirva este ejemplo más, para deducir el infeccioso camino que en el Ecuador se vive en materia de dictámenes constitucionales, cuando se pasan por las galletas la tutela judicial efectiva, cuya esencia es la calidad de las decisiones judiciales, y el fondo correcto de las mismas, respetando el debido proceso.

En concordancia con el Art 89 de la Constitución último inciso, recordaba hace pocos días el Dr. Roberto López, que solamente una Corte Provincial de Justicia puede conocer y resolver el levantamiento de la privación de la libertad. Pero somos testigos de estas tramas de realismo descarado que se resolvieron en las famosas unidades judiciales de Samborondón, La Concordia, Santo Domingo de los Tsáchillas y demás.

No nos engañemos: todos estos actos, siguen un patrón de conducta, un mapa trazado para unir varios caminos. Se comenta que en la Corte Constitucional pululan abogados y asesores de aquellos que siempre estuvieron metidos en el “grupo” trabajando un dictamen para resolver un recurso de revisión del juicio del caso Sobornos, pretendiendo que Correa sea exculpado de su condena. Para cumplir otros objetivos de la misma calaña, también buscan el control del CPCCS, y así cambiar jueces a la medida.

Luego de la comparecencia de Pareja Yanuzzelli a la Comisión de Fiscalización, recién la fiscal general Diana Salazar, empezó a revisar en serio el caso de las ventas anticipadas de petróleo a China. Este como otros casos de corrupción están pendientes de acusar. Deben moverse antes que el “toro se vaya con la veta”. (O)