Café científico

Caroline Avila Nieto @avilanieto

Prefiero hablar de ciencia y de café en lugar de hablar de Brasil o Argentina.  Mucho se sufre con el balón en la cancha y con los equipos sudamericanos en juego.  Así que las líneas se escriben, en medio de la ignorancia de los resultados, sobre el evento científico de estos días.

El tema fue el cambio climático.  Los protagonistas fueron profesores de las universidades, de Cuenca, del Azuay y de la ESPOL, que se reunieron en el UDA Café para compartir un par de horas de amena conversación sobre los espacios en los que convergen sus intereses de investigación.   La moderadora del “café científico” fue Sofía Cabrera, quien se movía por toda la sala distribuyendo el micrófono como si fueran pases cortitos y al pie (perdón por volver al fútbol), entre los invitados expertos de quienes aprendí que la situación es grave.  Que por cada individuo sólo quedan 8 piscinas olímpicas de agua.  Hay que ahorrarla.  Que cada segundo se pierde bosque del tamaño de una cancha de fútbol, hay que proteger el bosque, reducir el consumo de carne.  Que, en poco tiempo, por cada 5 personas, 2 serán desplazadas, víctimas de las consecuencias del cambio climático.  Que las medidas que se tomen sólo servirían para retrasar estas consecuencias que terminarán siendo inevitables.

Las lecciones llegaban en medio de sorbos de café y de la estimulante conversación que dejó preocupaciones, quizá más graves que las consecuencias de los octavos de final.  Si no se hace algo y pronto, llegará el día en que la copa mundial tendrá menos sentido si nos quedamos sin agua en la gran casa. (O)